Hoy ha caído una gran nevada en Madrid (y en otro buen puñado de lugares del “estado”) y ha habido atascos monumentales. Yo, que tengo una suerte que no me merezco, he conseguido zafarme de todos los embotellamientos. Mi naturaleza madrugadora me ha librado del tapón mañanero, y por la tarde he transitado la M-30 madrileña con una densidad de tráfico casi tan escasa como la de los pelos de mi cráneo. Os aseguro que a las cuatro de la tarde de un viernes no es normal tal fluidez. Cuando he llegado a mi barrio he tenido que cruzar sobre la M-40, y allí abajo he podido ver cuál podría ser la razón de tan escaso tráfico en el centro de Madrid: Casi todos los coches estaban atrapados en esa vía ¡Pobres diablos! Creo que esta noche me acercaré allí y, si la cosa sigue igual, ofreceré mi hospitalidad a dos o tres conductores.Ahora estoy escuchando la radio y algunos cuentan que llevan atascados desde las nueve de la mañana (son las cinco y media).
No tengo ni idea de cómo podrían evitarse estos problemas en lugares en los que tenemos tan poca costumbre de tener nevadas, pero me temo que la cosa no es tan fácil de solucionar como algunos pretenden. En Madrid hay demasiadas carreteras y me temo que aunque circulasen camiones quitanieves por todas ellas y todo el mundo llevase un saco de sal a hombros el follón se montaría de modo similar. Además, cuando una carretera está completamente atascada ¿por dónde puede pasar el quitanieves?
Pero entre tanto caos también hay lugar para el gozo. Durante toda la mañana, en nuestro lugar de trabajo, además de mirar por la ventana para ver cómo el paisaje se blanqueaba, se sucedían las noticias sobre atascos y cortes de carreteras y la alarma general sobre cómo podríamos regresar a casa ha surtido el efecto deseado: Nuestros líderes han enviado un mensaje diciéndonos que podíamos irnos a casa antes de la hora para evitar problemas. Algunos seguro que a estas horas aún andan intentando llegar a casa, pero yo diría que la mayoría podríamos haber salido a nuestra hora y haber cogido el Metro para llegar a casa sin problemas, eso sí, dejando nuestros coches en aquel inhóspito lugar. En cualquier caso casi todos (siempre hay algún abnegado trabajador) hemos tomado las de Villadiego con gran alegría y con cara de preocupación por dejar nuestro puesto antes de lo debido. Incluso ha habido quien ha inventado alguna excusa extra para justificar un poco más su huida (¡qué profesionalidad!).
Una vez más se demuestra que de casi todo se puede sacar algo bueno.
7 comentarios:
he visto algunas fotos, y tampoco ha nevado tanto..y los atascos..los tipicos de la capital ..cuando llueve pasa algo similar :P
Pues en Toledo, a pesar de que en todos los pueblos de alrededor ha nevado copiosamente, han caído cuatro raquíticos copos. ¡"Esigimos" nieve ya!
Pues yo he salido a las 17:30 de la oficina (Alameda de Osuna), M40 y llegada a Leganés sin novedad. Eso sí; una media de 70 kph, pero al tran-tran. Sin parar.
He tardado media horita.
Pensé irme a las 15:00 (los viernes salimos a esa hora), pero creo que he hecho bien en quedarme un rato más. Así, de paso, le he podido hacer la pelota a mi jefe, que se pone muy contento con estas iniciativas tan tontas.
Ha nevado muchísimo y estaba todo precioso.¡Que nieve más!.Mi "líder" fue el primero en largarse a eso de las 12:30, aterrado ante el camino nevado que le esperaba hasta Pozuelo, dónde vive. Sacó el coche del garaje, patinó un poco, se asustó aún más y volvió al garage decidido a usar el transporte público.
Pero parece que no tener coche un fin de semana es algo más aterrador que la nieve, y otro compañero le convenció de ir al Corte Inglés, comprar unas cadenas (que en la vida ha usado) y ponerlas si había problemas.
Estoy deseosa de escuchar su aventura el lunes.
Yo fui en el metro estupendamente. A los niños les dieron permiso en el Instituto para largarse antes y todos disfrutamos de una tarde se nieve maravillosa (la nieve y la tarde).
Por cierto Meteorismo, ¿como has puesto una foto tan cutre de la nevada cuando cualquier hijo de vecino las ha podido hacer preciosas? Bastaba fotografiar un árbol o un arbustillo.
Jajaja, siento que no hayáis podido gozar de un Toledo colapsado por la nieve. La verdad es que mola ver cómo la gente se aterroriza (ficticiamente) a la vez que se alegra (interiormente) con esas situaciones “catastróficas”.
Carlos ¡tú sí que sabes! Eres un as del paripé. Evitaste atascos y quedaste como un profesional de alto compromiso. Cuando mi jefa se marchaba nos preguntó a los tres que aún no habíamos abandonado el puesto, que por qué no nos marchábamos, y yo, que tengo confianza con ella, le dije que había estado esperando a que ella se marchase para hacerle la pelota. ¡Así nunca llegaré a nada!
Estimada Zarzamora (tengo curiosidad por saber quién eres), tienes razón al criticar la fea foto que he puesto, pero es que yo no tengo cámara de fotos (como me gusta salir en ellas, aunque sea de espaldas, prefiero que las hagan otros y por eso no me compro una para mí). Eso que dices de que parece más aterrador pasar un fin de semana sin coche que aventurarse con él por las carreteras nevadas es una verdad descomunal. Queremos tanto a nuestros vehículos que nos aterra dejarlos abandonados lejos de nuestro hogar. Yo pensé hacerlo, pero le tengo tanto cariño que decidí arriesgarme a traerlo a casa para que pasase estos días guarecido en el garaje. Es lo menos que puedo hacer por él.
Gracias a ZP y su gobierno de talante y diálogo, ha dejado de nevar..Por cierto, desde ahora soy admirador de Ana Botella: "Estamos en invierno y nieva..", no puede caber más sabiduría en tan poco espacio..
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