sábado, 27 de octubre de 2007

No todos dan pena



Hace unos días tuvo lugar el desalojo (o intento) de unas cuantas decenas de personas de un tramo de la Cañada Real Galiana. Para el que no la conozca, diremos que la cañada en cuestión se extiende (en Madrid) a lo largo de unos cuantos kilómetros entre el río Manzanares y la carretera de Valencia. Allí vive mucha gente, unos en chabolas y otros en chalets que, de no ser por el entorno cochambroso que los rodea, podrían catalogarse como lujosos. También hay empresas ubicadas por allí (talleres, chatarrerías, almacenes de material de construcción, etc.).

Hay una cosa que tienen en común todos los que están allí asentados: Su situación es ilegal. No tengo ni idea de quién es el culpable de que se haya tolerado la proliferación de aquellos asentamientos ilegales y tampoco sé si es cierto que, a pesar de que las construcciones están fuera de la ley, el ayuntamiento correspondiente cobra contribución, IBI y lo que se tercie. Lo único que sé es que, tras los incidentes de la semana pasada, hay mucha gente que muestra su pesar por ver como algunas familias se han quedado sin casa y su repulsa por la actuación de la policía.

Yo supongo que a casi todo el mundo le pasará como a mí, que sólo sé lo que he visto en la tele o he leído por ahí y, como suele ser habitual, los medios de comunicación tienden a ponerse en contra de la policía y a favor de las “víctimas de la injusticia social”. El caso es que yo no tengo tan claro que la policía sea tan mala. Estoy convencido de que, al encontrar resistencia para llevar a cabo el desalojo que les encomendó la autoridad competente, más de un agente proferiría exabruptos hacia los inquilinos del asentamiento ilegal y, como vimos, también propinaron más de un porrazo a quienes se oponían a obedecer (lanzando también insultos y piedras). Son cosas desagradables que sería mejor que no hubiesen ocurrido ¿pero qué podrían haber hecho? ¿Dejar que todo siguiera igual? ¿Mostrar al mundo que en Madrid cualquiera puede hacer lo que le dé la gana aunque contravenga la ley? ¿Regresar a decir al juez de turno que su mandato no se puede cumplir porque los infractores de la ley se oponen a ello?

Es probable que entre la gente que habita la Cañada Real, haya muchas personas que han tenido y tienen una vida dura, pero no es menos cierto que también hay allí muchos caraduras que llevan toda la vida viviendo del cuento y de dar pena.

Estoy cansado de ver en la tele a supuestos “pobrecitos” con unos colgantes de oro de mucho cuidado y con un sobrepeso que sólo se puede tener si cada día comes muchísimo más de lo que debes. Me harta comprobar (en el programa “Callejeros” de la cadena “Cuatro” lo vemos constantemente) que gente que tiene su casa con todos los avances del momento, no se preocupa de cuidar las zonas comunes de su vecindario con el mismo primor que sus lujosas viviendas. Me cansa que haya gente diciendo constantemente “que mus den una casa, que asín no se puede vivil” y que luego digan con total desparpajo que se gastan doscientos euros al día en drogas.

Uno se siente un idiota al ver BMV’s, Audis o cualquier coche de gama media-alta aparcados junto a la puerta de casas ruinosas o chabolas. ¿A qué se debe que haya gente que decida vivir en asentamientos ilegales cuando el dinero se le sale por las orejas como demuestran sus pertenencias? ¿Tal vez a que allí puede hacer sus trapicheos con total impunidad?

Lo que más pena me da de todo esto es que, como siempre ocurre, por culpa de los caraduras que viven toda su vida del cuento y explotando la rentable cantinela del victimismo, hacen que acabemos dudando de la infame situación de los que realmente están necesitados.

sábado, 20 de octubre de 2007

Memes y memeces

El simpático Carlos García me ha dirigido un meme (creo que la palabra viene de “memeces”) instándome a compartir con los ciudadanos y ciudadanas tres de mis canciones favoritas. Creo que nunca me habían propuesto una de estas cosas y, si lo han hecho, me temo que lo he ignorado, pero el caso es que me apetece hacer publicidad gratuita a algunos de mis cantantes favoritos y, por esta vez, haré el memo aceptando el meme.

Mi selección os mostrará lo plural que soy en mis gustos (reflejo de mi talante abierto y dialogante en lo tocante a la política).

He elegido una bella canción de Ricardo Arjona , un guatemalteco cuyas canciones me encanta entonar mientras voy conduciendo (siempre que vaya solo, claro).



También he escogido ese pedazo de melodía que es el Thunderstruck de los AC/DC (¡vaya panda de degenerados!).



Otro grupo que me gusta mucho y del que compré casi todos sus discos (incluidos los últimos, que fueron un fracaso) es Alan Parsons Project. He elegido "Old and wise" porque es una bella melodía y porque el que canta tiene un pelucón igual al del Puma y al de Camilo Sesto (ídolos míos también).



A pesar de que el meme solicitaba sólo tres canciones, no he podido evitar deleitaros con una de las más bellas canciones jamás compuestas. Una canción que, interpretada por el grandísimo artista que es Camilo Sesto (Camilo Blanes para sus allegados) me transporta hasta dimensiones desconocidas. Disfrutad con “Perdóname”.



Ful (el Blogcazas), presidente de mi club de fans, también me ha dirigido otro meme, más bien un antimeme, del que también me haré eco en esta aportación para matar dos pájaros de un tiro (esta expresión debería de estar prohibida por su carga de violencia y de falta de respeto por la naturaleza).

El meme de Ful consiste en repetir seis veces la siguiente frase:

No mandadme memes, que estoy vacunado.

Pero como esa frase no me agrada, yo la redactaré de un modo más elegante:

No me mandéis memes, que estoy vacunado.
No me mandéis memes, que estoy vacunado.
No me mandéis memes, que estoy vacunado.
No me mandéis memes, que estoy vacunado.
No me mandéis memes, que estoy vacunado.
No me mandéis memes, que estoy vacunado.

Saludos diodenales a todos.

sábado, 13 de octubre de 2007

Disfraces en el cole

¡Qué follones se montan por cosas aparentemente tan tontas! En Ceuta ha habido revuelo porque la Delegación del Gobierno de esa localidad ha recomendado admitir en las aulas a las niñas que lleven velo. El caso es que, como respuesta, algunos padres han instado a sus hijos a ir con rosarios colgados del cuello, con pendientes más grandes de lo normal o vaya usted a saber con qué tipo de indumentaria.

Reconozco que lo del velo me resulta molesto, no por la estética en sí, que me importa un pito, sino por el hecho de ser una imposición a las niñas. Muchas de ellas seguramente acepten con resignación la norma o incluso puede que les mole (todo es posible), pero el caso es que si se toleran los atuendos monjiles en las escuelas ¿qué excusa se puede poner para no tolerar los disfraces de rapero, de gótico, de neo-nazi, de heavy-metal, de drag-queen o de lo que a cualquiera se le ocurra?

Al final va a haber que imponer el uniforme en las escuelas como modo de evitar estos problemas estéticos. Lo malo es que, siendo el velo una imposición mahometana (¿o es sólo una recomendación?) me temo que, con uniforme escolar o sin él, los musulmanes ortodoxos seguirán reclamando su derecho (recogido no sé dónde) a que sus hijas (que no tienen voz ni voto según ese mismo derecho que ellos se arrogan) cubran sus cabellos con el “hiyab” y, finalmente, habrá que crear el complemento musulmán para el uniforme escolar, momento en el que otros reclamarán el complemento rapero, el complemento drag-queen y todos los que se nos ocurran, de modo que la historia volverá a comenzar y no se habrá resuelto nada.

Yo diría que el problema no es tanto que cada niño vaya disfrazado como quiera cuanto que el disfraz sea impuesto por sus padres o tutores. Tan intolerable es que un padre imponga a su hija llevar un velo como que otro exija al suyo llevar un pantalón de esos que se sujetan a media cadera para lucir el calzoncillo (esto suele ser elección de los hijos y desesperación de los padres, pero pudiera haber algún padre imbécil que, en aras de una supuesta modernidad impusiera semejante vestimenta a su hijo).

Lo malo es que, mientras un niño es menor de edad, está sujeto al imperio de sus padres y, salvo que lo que le impongan sea ilegal, no le queda más remedio que cumplirlo (o engañar a sus progenitores, cosa bastante fácil, por cierto) y como el mundo está repleto de idiotas (aunque sean mayores de edad y padres de familia), los niños seguirán teniendo altas probabilidades de caer bajo el yugo de alguno de estos necios ¡Qué le vamos a hacer!

¡Qué complejo es vivir en sociedad! ¡Y pensar que casi todos los grandes conflictos entre pueblos son provocados por gilipolleces de este calibre…!

martes, 2 de octubre de 2007

¡Letra para nuestro himno, ya!

Estoy convencido de que el PP ganará muchos votos por la iniciativa de llevar en su programa electoral una propuesta para poner letra al himno nacional.

Yo conozco un par de letras para entonar con los acordes del himno de España, pero una tiene ciertos tintes franquistas y la otra es una burla hacia el Caudillo y su amada esposa, Doña Carmen Polo de Franco (musa de nuestro blog a la que hacía tiempo que no mencionábamos). Nuestro querido colaborador Antares solía cantar con su hermana esa bella tonadilla (Antares, te insto a deleitarnos con tan bellas estrofas).

Lo que no entiendo es la necesidad de crear una comisión de gente del Insituto de España, de las Academias de la Lengua, de la Historia y de las Bellas Artes para componer esos versos que aderezarán el himno patrio. Tanta gente sabia reunida para hacer poesía me parece un exceso, pero, lejos de conformarse con tanto erudito, también se pretende que un miembro de cada grupo parlamentario de las Cortes Españolas participe en tan importante misión.

No tengo claro cómo se llevará a cabo la composición. ¿Escribirá un verso cada miembro de la comisión? ¿Aportará cada cuál una letra completa y se elegirá una entre todas ellas? ¿Será una letra compuesta de versos escritos en cada una de las lenguas de nuestra plural nación de naciones? ¿Cada grupo parlamentario tendrá derecho a insertar un número de versos proporcional al número de sus escaños? ¿Se sancionará el lírico resultado por el Tribunal Constitucional para constatar que no se atenta contra ningún principio de la Carta Magna?

Veo este proceso tan complejo que yo me inclinaría, en aras de una mayor rapidez de resultados, por contratar los servicios de Leonardo Dantés. Estoy convencido de que el simpático compositor será capaz de crear una letra que todos los españoles y españolas estaremos encantados de tararear allá donde se presente la ocasión. Además, por el mismo precio, seguro que el señor Dantés, también nos proporciona una coreografía que vaya a tono con nuestro himno (la de "El baile del pañuelo" era verdaderamente buena).