viernes, 15 de mayo de 2015

Mitin electoral


Estamos en plena campaña electoral y, como hay mucha gente diciendo bobadas, me animo a decirlas yo también.
Nos cuentan que estos días previos a las elecciones sirven para que los candidatos nos expliquen sus programas, sus propuestas, sus ideas y qué sé yo cuántas cosas más, pero lo que más se comenta en los medios de comunicación y en las maravillosas redes sociales (o eso me parece), son las cosas negativas que unos dicen de otros. Tanto es así parece que no hagan más que eso.
Oigo decir a muchos políticos que los ciudadanos no son tontos, pero luego dicen que hay que ser idiota para votar a cualquiera que no sea de su partido. Nos dicen que la ciudadanía es inteligente, pero luego nos convocan a mítines en los que se regalan banderitas y gorras, y en los que, se diga lo que se diga, cuando el ponente sube el tono, la gente aplaude. Eso sí, mejor no preguntar a los que aplauden sobre la razón por la que lo hacen, porque posiblemente nadie lo sabría.

En la web se ve a mucha gente activa resaltando lo malos que son algunos y, en algunos casos, insultando sin ton ni son a cualquiera que pudiera haber pensado en votar a un partido que no sea el que ellos han decidido apoyar, pero entre insulto que va e insulto que viene, todos son la mar de demócratas, tolerantes y amantes del diálogo.
También existen personas, políticos y no políticos, que, al hablar, parece que tienen la solución a todos los problemas del mundo (en este caso de España, de su comunidad autónoma o de su pueblo). Todo es muy fácil cuando es otro el que tiene que hacerlo. Estamos cansados de ver a los dos partidos que han ido turnándose en el poder, cómo desde la oposición critican al que lo ostenta por no hacer cosas que ellos tampoco hicieron cuando pudieron.

Muchos ya nos hemos cansado de esos dos partidos y sus tonterías, y ahora, como somos la pera, vamos a votar a otros partidos que "seguro" que van a comportarse decentemente y van a arreglarlo todo.
Otros, que son más tontos (bueno, no, tontos no, que los que somos demócratas de toda la vida tenemos que ser respetuosos con todas y todos las ideas y los ideos), seguirán votando a esos dos partidos plagados de corruptos.

En fin, creo que ya he dicho suficientes memeces, así que sólo me queda pedir el voto (es lo que se hace en las campañas). Yo no lo pediré, pero os diré a quién voy a votar y por qué, así veréis que soy tan tonto como casi todo el mundo.

Voy a votar a UPyD porque me fastidia que, sin haber hecho nada malo (o eso creo), hayan perdido a la mayoría de los votantes (que tampoco eran muchos). La verdad es que no he leído su programa para las autonómicas y para las municipales, y ni siquiera pongo cara a los candidatos, pero me apetece votarles porque me caen bien los seres marginales, y creo que este partido lo es ahora y lo va a ser aún más.
Estoy harto de los partidos famosos, que ahora son cuatro en lugar de dos. Me cansa oír tontunas de todos ellos y me encanta no oír nada de UPyD, así no pueden caerme mal.

Parece que los partidos famosos (los cuatro actuales), dicen lo que creen que les va a dar más votos, pero los que han quedado en UPyD dicen lo que estiman oportuno, aunque les vaya a conducir a la desaparición. Me fío más de quien dice lo que piensa que de quien dice lo que le conviene. Pero como tampoco he oído todo lo que dicen todos, estaré equivocado (de eso sí que estoy seguro).
Ya he terminado mi discurso, pero se me ha olvidado subir el tono para que me aplaudáis, así que os libráis de ello (tampoco os daré gorras ni banderitas ni bocatas).

Y ahora, id a meditar vuestro voto y, si queréis compartir los motivos que os impulsan a votar a quien votéis, hacedlo aquí o en una plaza de toros (lo segundo es bastante más caro).