lunes, 28 de enero de 2008

Hoy es un gran día

Primero me he enterado de que Malena Gracia está intentando ser quien represente a España en el entrañable (y fracasado) Festival de Eurovisión y más tarde he visto en la tele que Stallone vuelve con una nueva entrega de Rambo. ¿Se puede pedir algo más para ser feliz. Yo no necesito nada más, hoy estoy ahíto (¡qué bella palabra!), incluso podría prescindir de la cena a causa de la gran satisfacción que me invade.

Confío en que, cuando se abra el periodo de votaciones (del 11 al 20 de Febrero), acudáis raudos a dar vuestro apoyo a nuestra bella y necia artista. Es probable que Tamara Seisdedos, Dinio y Yola Berrocal hagan los coros y la coreografía en caso de que salga elegida la canción “Un poquito más”. Id aprendiéndola porque será un bombazo, será total, alucinante, lo más.

Y sobre Rambo, qué voy a deciros… Yo siempre he admirado el buen hacer de Stallone, tanto es así que incluso vi la última entrega de Rocky (creo que comenté en este foro lo mucho que me emocionó ese “flin”). De momento podéis ver el trailer para comprobar que, a pesar de sus 61 años, sigue hecho un chavalín (con algo de silicona en los labios, pero eso se lo podemos perdonar).



Ya sólo me queda pediros que apoyéis a Joselito para que no tenga que no sea expulsado de Supervivientes. El Pequeño Ruiseñor (que ya tiene casi 65 años) nos necesita a todos.

domingo, 20 de enero de 2008

Rescate en la Pedriza

Hoy he salido a dar un paseo por la Pedriza con unos amigos. Ha hecho un día de invierno de esos que hacen que pensemos que Al Gore tiene razón con lo del calentamiento global.

Cuando llevábamos unos tres cuartos de hora de ascenso sosegado y a ritmo dominguero, nos hemos cruzado con una mujer que bajaba con una pierna accidentada intentando avanzar apoyándose en su hija y utilizando la pierna que le quedaba sana para salvar los desniveles en los que no podía utilizar su extremidad dañada. La mujer había resbalado en una roca húmeda y se dio golpes por todo el cuerpo. La tibia derecha se llevó la peor parte y ahora no le quedaba más remedio que moverse apoyando esa pierna lo menos posible.

Sólo quedaban dos o tres kilómetros de bajada, pero en esas condiciones la cosa podría hacerse verdaderamente dura. Le prestamos un bastón de esos que se usan ahora para ir a andar al monte y su cara se iluminó agradecida. De todos modos no vimos claro que aún con el bastón y ayudada por su hija pudiese llegar con soltura hasta el pueblo (Manzanares el Real), así que, ni corto ni perezoso, el más calvo de nuestro grupo se presentó voluntario para la arriesgada labor de acompañar a nuestra dolorida amiga hasta la civilización (después de todo, ya había agotado su repertorio de sandeces y no tenía mucho más que contar a sus amigos, así que podía dejarles seguir sin él).

Entre el bastón y la apuesta y fornida figura de su nuevo asistente, nuestra golpeada dama comenzó a sentir que la salvación que hasta hacía un rato se veía tan lejana, podría ahora verse hecha realidad. Rosalía (que así se llama la dura montañera) no dejaba de agradecer la ayuda prestada, y su máxima preocupación ahora era la de que su buen samaritano volviese cuanto antes con los amiguitos a los que había dejado atrás. El ayudante, sabiendo lo valioso de su ayuda y ansioso por llevar a cabo una heroicidad que contar luego en su alicaído blog, hizo oídos sordos a las propuestas de abandono de su importante labor de apoyo y siguió caminando junto a Rosalía y Sara (su hija).

El sendero, fácilmente transitable cuando uno tiene las dos piernas a punto, era un tormento para Rosalía que, a pesar de sus dolores en la pierna mala y del cansancio en la buena, no se dejó vencer por el desánimo e hizo gala de su buen humor charlando afablemente con su simpático hombre-muleta mientras aguantaba estoicamente las ganas de gritar (por el dolor y por las tonterías que yo le decía).

¡Qué tarde es ya! Son las 23:15 y mañana tengo que madrugar, así que resumiré para irme a dormir: Rosalía descansa ya en su casa (me ha llamado para agradecer por enésima vez la ayuda prestada) y yo me siento feliz porque ya puedo llamar a Patricia Gaztañaga para salir en su programa y contar mi interesante historia. Además, siempre es grato conocer a gente tan agradecida y tan dura como Rosalía.

Y en este estado de paz interior en el que me hallo, me atrevo a pediros que veáis este vídeo tan bonito para que, si aún no tenéis claro a quién votar en Marzo, apartéis las dudas y sepáis que ZP es la mejor opción.

lunes, 14 de enero de 2008

El olor del progreso

Acabo de enterarme de la última idea del PSOE para transmitir a “la ciudadanía” sus principios y valores. Se trata de una fragancia creada por el perfumista Toni Álvarez. Se supone que el aroma “socialdemócrata” (al parecer lo han llamado así), al pasar cerca de las fosas nasales de alguien, inspira al sujeto oledor sentimientos de paz, libertad, diálogo, fraternidad, consenso, legalidad, avance social y, en definitiva, de progreso.

Tan prodigioso es el perfume que el Ministro de Defensa debería hacer que en la munición de las armas de nuestro heroico ejército se cambiasen los proyectiles por bolsitas aromáticas. De este modo conseguirían pacificar todas las zonas conflictivas en las que arriesgan su vida nuestros soldados y nos ahorraríamos el follón de ser anfitriones de las inútiles reuniones de la Alianza de Civilizaciones.

Reconozco que mis conocimientos de perfumería son escasos o nulos, pero me cuesta entender cómo alguien puede conseguir asociar conceptos tan abstractos (y nobles) a vapores que excitan la pituitaria nasal. Supongo que todo se debe a mi escasa formación cultural, después de todo, tampoco he entendido nunca las obras pictóricas que consisten en manchas aleatorias en un lienzo.

Dada mi simpleza, creo que intentaré conseguir alguna de esas bolsitas para lo que siempre han servido los ambientadores: erradicar la peste que generan nuestros cuerpecitos. Si además de librar a mi hogar de los malos olores consigo llenarme de buenos sentimientos progresistas os avisaré para que sepáis que, en este caso, nuestros políticos no han mentido.

lunes, 7 de enero de 2008

Nuevo año y viejos temas

Hay cosas que nunca entenderé, y una de ellas es la cara tan dura que tienen los proetarras. No sé si a Igor Portu (el detenido en Arrasate como presunto miembro de ETA) le han apaleado de modo abusivo o si lo han hecho para defenderse de sus ataques. Si lo han hecho llevados por la ira de verse ante uno de esos indeseables que no nos deja vivir en paz, me parece mal, pero tampoco soporto lo que hacen los defensores de los terroristas: Cada vez que los asesinos siembran de muertos o de escombros la calle, ellos se callan, no dicen nada de los derechos de las víctimas de sus “gudaris” (cuando no justifican la acción terrorista), pero cuando les ocurre el más mínimo contratiempo a sus adorados “héroes”, convocan ruedas de prensa, sesiones extraordinarias en sus Ayuntamientos o en la sede del gobierno de su “país” y, por supuesto, ponen en marcha todos los mecanismos jurídicos que les facilita este Estado “opresor” al que tanto detestan.

¿Por qué hay gente así? Comprendo que haya cuatro idiotas ignorantes que estén emocionados con la cantinela de la patria vasca, catalana, andaluza, gallega o aragonesa, pero no consigo entender cómo es posible que semejantes patrañas consigan arrastrar a grupos tan numerosos de personas. Me pone enfermo ver la cantidad de gente que acude a las manifestaciones convocadas por los proetarras. No sé si son mil o veinte mil, pero con que vayan cien ya me escandalizo.

¿Qué hay en la cabeza de esas personas? ¿De dónde sacan ese odio que destilan? ¿Cómo es posible que no se den cuenta de las contradicciones del discurso de quienes que los pastorean? ¿Qué es eso de exigir que se respeten los derechos de los asesinos mientras se ignoran los de la gente inocente a la que asesinan sus “chicos”?

Estoy harto de la descarada hipocresía de esta gentuza, pero me hastía aún más comprobar la cantidad de idiotas que los secundan (incluidos políticos supuestamente respetuosos con el estado de derecho).

Cada vez tengo más claro que necesitamos a Chávez para guiarnos.