domingo, 30 de noviembre de 2008

Entrevistas a delincuentes

Hace tiempo que venía anunciándose la entrevista a Julián Muñoz que tuvo lugar el viernes pasado. Entrevistar a un preso y pagarle unos cuantos cientos de miles de euros parece escandaloso a mucha gente pero, a juzgar por los niveles de audiencia, no exagerados pero sí considerables, la cosa despertó interés. Yo mismo estuve un rato delante de la tele viendo la entrevista. Reconozco que me pareció un poco rollo lo poco que vi, pero me agradó contribuir a desbaratar los planes de quienes lanzaron una cruzada contra el programa. Se mandaron correos en masa, se creó una web y no me extrañaría que hubieran hecho algún calendario de esos en los que sale la gente desnuda para llamar la atención a la “ciudadanía” sobre alguna “causa justa” (me estoy pasando con las comillas).

Acabo de echar un vistazo a los comentarios de la web y veo que hay gente muy decepcionada con “este país de mierda”. También se habla de "haber perdido la batalla pero no la guerra” y no sé cuántas más reflexiones de alto calado. También veo que uno de mis blogs progresistas más admirados, Madrid Progresista, también hace suya esta grandiosa causa.

No diré que entrevistar a delincuentes pagándoles grandes sumas de dinero me parezca una cosa digna de aplauso, pero si es legal y alguien quiere hacerlo, que lo haga. Si lo que querían estos “luchadores” por la decencia televisiva era conseguir que la entrevista tuviese pocos espectadores, deberían saber que sus esfuerzos no hicieron otra cosa que publicitar con más intensidad y, además, gratuitamente eso que tan mal les parecía (a lo mejor ha sido un truco publicitario de Telecinco).

Esto de Internet es un maravilloso invento, pero hay demasiada gente empeñada en usar este medio para convencer al mundo entero de cualquier cosa. La Red se ha llenado de “salvadores”, de “intelectuales” de tres al cuarto que, a pesar de no saber hilar cuatro palabras seguidas sin intercalar cinco faltas de ortografía (a mí me pasa a menudo), se empeñan en llamar idiotas a todos los que no apoyan sus siempre justas “luchas” (a veces también me dejo seducir por ese ímpetu guerrero, no lo puedo negar). A mí me parece mejor llamar idiota a todo el mundo incluyéndome yo mismo en el lote de memos, así soy un poco más original y mis detractores se quedan sin armas para rebatir mi indiscutible estupidez.

Ya me estoy yendo por las ramas y estoy marginando a Julián Muñoz que era el protagonista de mi escrito. ¿Alguien vio la entrevisa? Yo sólo quería saber si Isabel Pantoja todavía le ama (él a ella sí, eso me quedó claro) pero no pude aguantar el sueño y me tuve que retirar sin averiguar tan importante información. A ver si alguien puede hacernos un resumen de lo más importante de tan trascendental evento informativo. Yo me encargaré de pasárselo a los de www.noveaslaentrevista.com, seguro que lo agradecen.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Informes inútiles y caros

Ya que hemos hablado un poco de la paripeística cumbre del G-20 (al final ha ido quien ha querido, así que no sé por qué han mantenido el 20), no estará de más seguir hablando de sandeces que cuestan un montón de dinero y no sirven más que para que unos se enriquezcan con poco esfuerzo y para que las arcas estatales vayan mermando sus reservas.

He leído en mi “libelo fascista” favorito, Libertad Digital, que en la Generalidad Catalana (sí, digo Generalidad como los “intolerantes” porque me da la gana y porque también digo Casa Blanca y Londres) se han gastado millones de euros en informes tan trascendentales para la humanidad como el titulado así “Ambientación olorosa de un espacio circular de unos 30 metros cuadrados de superficie abierto en su parte superior” u otros igualmente sugerentes como el dedicado al “Seguimiento del escarabajo de las palmeras”. Menos mal que hay políticos que saben que lo que hace avanzar al mundo es la investigación, y dan muestras de ello invirtiendo tanto dinero como pueden en estudios de gran calado como los que hemos resaltado.

De entre los informes que se mencionan en el artículo de Libertad Digital hay uno que me ha enternecido, es el titulado “Diseño de parchís y puzzle de la casita de cartón recortable” ¡Qué bello! Me encanta que también se intenten hacer avances en temas lúdicos como el parchís o la construcción de casitas de cartón. ¡Nuestros niños merecen ese esfuerzo!

Estos informes no son más que una pequeña muestra de los 1.583 que se llevaron a cabo durante el año 2007. ¡Qué año tan productivo! Pero lo mejor de todo es el precio, porque la cosa salió baratísima, ese millar y medio de complejos estudios y sus correspondientes informes sólo costaron 31 millones de euros. ¡Qué son 19.583 por informe! ¡Nada de nada! La cultura y el saber valen mucho más que eso.

Confío en que el resto de las comunidades autónomas hagan una inversión similar en este tipo de cosas. Supongo que esto es a lo que llaman inversión en I+D+I ¡Hay que ver lo bien que quedan todas esas letras unidas por el signo más!

Propongo a nuestros regidores políticos que para el año que viene encarguen a alguna universidad de esas tan famosas (la de Wisconsin es mi favorita) que investigue el porcentaje de trabajos completamente inútiles y prescindibles se llevan a cabo en nuestra avanzadísima sociedad. Yo les podría ayudar porque en mi entorno laboral somos especialistas en inventar tareas inútiles que, además de consumir muchísimo tiempo, se cobran a precios desorbitados. Creo que un estudio así sería de lo más interesante.

viernes, 7 de noviembre de 2008

La silla de ZP

Entre las elecciones norteamericanas y la cumbre del G-20 nos tienen saturados, por lo menos a mí. Menos mal que, para que las noticias no sean tan uniformes, de vez en cuando hay algún asesinato o alguna catástrofe que sirven para “animar” el noticiero (me gusta esta palabra tan típica de Sudamérica).

Por lo que he oído y leído hoy, parece que cada vez está más cerca la posibilidad de que nuestro amadísimo ZP pueda ocupar una silla (tal vez no sea tan cómoda como la de la imagen) en esa gran cumbre en la que cada mandatario dirá una sarta de bobadas con apariencia de seriedad pero sin posibilidad de ser comprendidas por nadie y, además, comerán bien, dormirán mejor y, supongo, harán alguna que otra visita turística. Aún hay gente que cree que de allí saldrá algo concreto que podrá aplicarse para solucionar los problemas económicos que están afectando a nuestra avanzada parte del mundo ¡Pobres ingenuos!

No sé si estos rollos económicos se solucionarán pronto, tarde o nunca, pero tengo bastante claro que las ideas de ZP (de quien le dé las ideas a ZP) no serán la clave para llegar al bienestar total y eterno.

No sé con qué parámetros se ha decidido qué países tienen que estar en ese bonito grupo del G-20 (a mí me hubiese resultado más simpático que lo llamasen el Comando-G), pero seguro que son criterios tan tontos como otros cualesquiera, así que lo que podrían haber hecho es, poner veinte sillas en círculo y permitir que fuesen a la cumbre todos los países que quisieran. Una vez allí, todos se dispondrían en círculo alrededor de las sillas y, como habréis adivinado, procederían a competir en el simpático juego de las sillas a la vez que sonaría alguna simpática música de concurso (la sintonía del Grand-Prix sería excelente).

Para terminar este absurdo artículo que estoy escribiendo para calmar la tensión que me produce ver mi blog sin actualizar durante tanto tiempo, diré que me importa un bledo que España esté o no esté en esa cumbre o en cualquier otra o que Obama no llame a nuestro presidente para tenderle su mano salvadora. El mundo de la política y la economía se parece cada vez más al mundo del cotilleo, y para eso prefiero quedarme con Gran Hermano, que ya lleva diez años de experiencia en estas lides y es mucho más creíble.