jueves, 7 de febrero de 2008

A propósito del velo

Parece mentira que algo tan aparentemente tonto como cubrirse la cabeza con un velo pueda ser tan polémico. En el Parlamento Turco estuvieron hasta las cuatro de la madrugada (seguro que ninguno llegó a las ocho de la mañana a su escaño) debatiendo sobre si se debía, o no, permitir el uso del chador en la universidad.

Cuando iba a la universidad llevaba unos horribles calcetines blancos con una franja roja y otra azul que, para que lucieran más, solía ponerme con unos pantalones ligeramente “pesqueros”. La verdad es que nadie me dijo nunca nada sobre tan deplorable atuendo (me temo que no era el único que lo llevaba), pero visto con la perspectiva que dan los años, creo que hubiese sido mejor que me hubiesen prohibido llevar tan deleznable vestimenta.

También recuerdo que por aquella época (mediados de los ochenta), comencé a llevar gafas y me compré unas cuyas lentes tenían una superficie comparable a la del estadio Vicente Calderón (cada una de las dos). Yo me las ponía con ilusión porque me parecían bonitas pero cuando las veo hoy en día (aún las conservo) y me las pongo para recordar viejos tiempos, me parto de la risa ¡Cómo pude ponerme semejante horterada!

Sé que nunca conseguiré que nuestros diputados se pasen toda la noche debatiendo sobre lo adecuado de cierto tipo de vestimentas en determinados lugares públicos, pero exijo la creación de un Comité de Sabios que nos indique cómo vestir sin hacer el ridículo y de modo que, con el paso de los años no sintamos vergüenza al ver nuestras fotos de épocas pretéritas.

Pero ya que nadie pone, ni pondrá, orden en esta selva de la moda, reivindico el derecho a ir a trabajar con pantalones de estilo “cagado” para lucir mis calzoncillos Abanderado y, si se tercia, la zurrapa que los adorna. También quiero que me dejen llevar gorra rapera con la visera de medio lado a las reuniones laborales y, por supuesto, quiero un salvoconducto que me permita desplazarme en monopatín por los pasillos de mi lugar de trabajo.

¡He dicho!

9 comentarios:

Unknown dijo...

Meteorismo,

Te voy a recordar mis sabios consejos para indicarte como has de vestir:
...
- No os pongais gorros ni sombreros en la puta cabeza...!!!

- Llevar ropa negra u oscura, a ser posible de cuero o de plastiquete!!!

Anónimo dijo...

Pues yo "esijo" que haya libertad total-sin ira-de tirarse follos en el entorno laboral.Así se crearía un ambiente hilarante y se liberarían tensiones.He dicho.

Meteorismo galáctico dijo...

Bocaseca, tus consejos son siempre bien recibidos. Tengo que decir que yo, ya desde pequeño, detestaba ponerme nada en la cabeza. Recuerdo que mi madre nunca pudo enfundarme uno de aquellos horrorosos “verdugos” que se estilaban allá por los setenta y que eran como pasamontañas batasunos pero con la cara descubierta. Los niños parecían viajeros de avión asomados a sus redondas ventanillas. Desde entonces he procurado llevar la cabeza siempre al aire, tanto es así que hasta el pelo la ha abandonado.

Los pantalones de plastiquete tienen el problema de que, al moverse con ellos, generan un sonido cuesquil que impide que la ciudadanía circundante pueda discernir si el usuario de tan sonora prenda se ha tirado un pedo o, sencillamente, se ha movido. Es un gran inconveniente para los amantes de la pureza flatulenta.

Me encanta constatar mi gran capacidad de relacionar cualquier cosa con los pedos. Como vemos en el comentario de Antares, él tiene la misma capacidad. Realmente somos almas (flatulentas) gemelas.

Anónimo dijo...

Como responsable política que soy, me veo en la situación de abordar este tema como se merece, para lo cual en el próximo nº de Vogue, todas mis compañeras de partido saldremos luciendo toda clase de atuendos populares de otras culturas y civilizaciones para mostrar a esta derecha alcahueta y fascista que el burka, la chilaba, el poncho, el gorro de mariachi y el disfraz de tortuga ninja que se puso Pepiño Blanco en los carnavales del año pasado está de moda.

Tomaré los consejos de bocaseca e intentaré ceñirme a mis voluptuoso cuerpazo unos pantalones de plastiquete y si hace falta ponerse en la cabeza los abanderado (con frenazo incluido) de meteorismo, yo me les pongo.

Un saludo y vota PSO-HEZ.

Jajaja dijo...

La tiranía de la moda es una soberana sandez. Deberíamos ir todos vestidos como se nos antojara, a ser posible de la forma más hortera posible. Si andas por la calle y te vas cruzando con gente con unas gafas del tamaño del Calderón, con una corbata de flores que le ocupa media pechera o disfrazado de Tortuga Ninja mejoraría la hilaridad del medio ciudadano.

Anónimo dijo...

Como mienvro aktibo de la plataforma P.A.Z.(plataforma de apoyo a ZP), tras un certero análisis de la noticia, me atrevo a "esijir" desde mi intelectualidad, que sea añadido al listado de atuendos singulares, la gorra del Che, la chapela vasca, el birrete, el gorrillo de Quico(el Chavo), entre otros, como hechos diferenciales de los pueblos diversos del mundo mundial

Más humildemente sugiero a M. Teresa de la Vogue el uso de burca y traje de tortuga ninja. De esta forma quedarían a salvo sus encantos femeninos de la tosquedad cabernaria de la derecha extrema.

Saludos revolucionarios a todos!!
He dicho.

jorge a. dijo...

Tendrás que empezar a echar CV para trabajar en Google, ahí te cumplen hasta eso de desplazarte en patín!

Anónimo dijo...

Eyy
a ti se te pira un poco jajaja
cuando quieras cagate en los pantalones y vete a trabajar, ¿quién te lo impide? y en monopatín, bueno, la pega es que te meterias un par de golpisas jajaja
no sé que poner, me estan obligando...
así que...ala ahí queda
y no se dice "he dicho" se dice
!He escrito! ^^

Kupe Karras dijo...

No te quejes que yo me he puesto unas gafas con patillas fosforitas que regalaban con el Yop.