Sólo falta un día para que las ansiadas vacaciones de Semana Santa concluyan (a algunos les queda el lunes también, pero no es mi caso). Montones de personas soñaban con pasar unos maravillosos días de sol primaveral en cualquier sitio alejado de su domicilio actual. Parece que si no te alejas de casa las vacaciones no tienen sentido, así que casi todo el mundo se lanzó a la carretera el miércoles para “aprovechar” al máximo esta espectacular ristra de días festivos que, vista a estas alturas, ya no parece tan larga hace unos días.
Acabo de escuchar en la tele que hoy, sábado, ya está habiendo atascos en la carretera de Burgos y en la de Valencia. Parece que algunos ya se han hartado de pasar frío y calamidades en casa ajena. Los que iban de gorra a casa de algún familiar o amigo volverán menos mustios que los que se han gastado un dineral para estar todo el día con el paraguas abierto o metidos en el apartamento o casa rural que alquilaron para “relajarse” estos días.
A pesar de que me aburro muchas veces por pasar los días festivos e incluso las vacaciones en mi hogar, cuando veo las torturas a las que se somete la gente para “disfrutar” de sus vacaciones, me alegro de ser tan raro e insociable. Estos días, en lugar de pasar horas con el culo pegado al asiendo del coche y la mirada fija en las rayas de la carretera, discutiendo sobre qué restaurante será el mejor para comer con una panda de amigos muy demócratas que todo lo quieren decidir por consenso, o viendo procesiones que siempre me han resultado un tremendo rollo, he aprovechado para limpiar a fondo los muebles de la cocina y para meter a la lavadora las cortinas (alguien me insinuó hace poco que las tenía hechas un asco), pero como eso no ha sido suficiente para ocupar mi excesivo tiempo libre, también he corrido mucho para preparar la Maratón de Madrid que, si nada cambia, tendrá lugar este próximo día 22. Pero lo que más me ha gustado de todo lo que he hecho estos días es, sin duda alguna, ver esa gran película que es Rocky Balboa. De hecho acabo de verla ahora mismo ¡Qué grande es Stallone! Ha hecho que me brotasen las lágrimas y que vibrase de emoción viendo la gran pelea entre el anciano Rocky y el joven campeón de los pesos pesados.
Recomiendo a todo el mundo que ha sufrido de humedad y frío constantes esta Semana Santa que, para olvidar sus cuitas vacacionales, vaya al cine a ver Rocky Balboa. Con eso olvidaréis el mal trago pasado. Y al año que viene, ya sabéis, a disfrutar de vuestro hogar, que para algo lo tenéis. Los que tienen casa la abandonan en cuanto tienen un día libre, y los que no la tienen no dejan de llorar por ello para, cuando la tengan, hacer lo mismo. ¡No hay quien entienda al ser humano!
9 comentarios:
Pues este cura también se ha quedado "acochinado en tablas", como dicen los taurinos, en estos sagrados días.
Los que me conocen más a fondo lo saben, y quizás por eso me odian en este aspecto:
Donde más descanso, donde más me relajo y donde más me divierto es en mi casa, aún siendo consciente de que me va a tocar currar más que los días de trabajo normal, por las típicas y consabidas chapucillas caseras.
No niego que, en ocasiones me gusta darme algún garbeo turístico, pero precisamente en estos días en los que todo el mundo va por la misma carretera, come en el mismo restaurante y duerme en el mismo hotel (al menos a mi me da esa sensación), me niego en redondo, con la correspondiente moción de censura por parte de mis chicas.
Pero he vuelto a salir victorioso un año más.
¡Alabado sea el Señor!
Esperemos que no cunda nuestro ejemplo y que a la gran mayoría de los "ciudadanos y ciudadanas" les siga gustando irse en masa para dejarnos Madrid para nosotros solitos, los raros que no se van cuando toca.
Estos días he estado por el Retiro y por el parque Juan Carlos I y debo reconocer que es un gusto trotar por allí sin necesidad de hacer "slalom" entre la marabunta que suele poblar estos populosos recintos de esparcimiento.
Y mañana volveremos a la rutina laboral habitual ¡Qué alegría! ¡Qué alborozo! Otra vez a vivir cinco días llenos de actividades de dudosa utilidad pero que, a pesar de ello, nos sirven para ganar el sustento que nos permite vivir con cierta (o bastante) holgura.
Seguro que te has emocionado con Rocky porque te sientes identificado con él: estáis en la edad. Seguro que has estado entrenando estos días como én en la película. Y preparándote para la paliza que te van pegar en la próxima maratón de Madrid por esa gente más jóven que ya te dió un repaso en le media hace un par de semanas. Lo cierto es que cuando yo ví la película también me recordó mucho a tí.
Meteorismo, personas como tu hacen que se resienta la economía española.
En estas fechas tan señaladas, cualquier español que se precie de serlo debe salir obligatoriamente de su lugar de residencia y realizar un peregrinaje por esas carreteras españolas para celebrar esta ancestral festividad.
Ya se terminó la Semana Santa, las procesiones.
Efectivamente, vuelta al lunes... ¿otro lunes más?.
seguramente para mucha gente es otro lunes más, pero para otra gente no es un lunes más.
"no se puede esconder una cuidad en lo alto del monte"
Hay quien pueda pensar que los cristianos debemos vivir nuestra fe dentro de la iglesia, y que podemos salir afuera para las procesiones de Semana Santa, y que salvo esta excepción, fuera debemos estar mudos...
¿como se puede esconder una cuidad en lo alto del monte?. ¿como disimular la maravillas que hemos visto?, en definitiva ¿cómo no contar a los que sufren, a los que tienen un cáncer que hay un médico que tiene la medicina para curarles?.
No sería justo que yo conociera una medicina que curara el cáncer y me lo callase para mi.
Los que estamos cojos, ciegos, tristes, desanimados, tenemos hoy un motivo para cambiar nuestro desánimo en júbilo, nuestra tristeza en alegría.
La vida ya no es un "eterno retorno" como proclamaba Nietche, ya no es un volver a masticar la amargura del rencor, un volver a masticar la amargura de un 'sólo existo yo, para mi mismo'; ahora la vida ya tiene un final, ya no es cíclica, no es un "otra vez es lunes", el lunes que nos recuerda que hoy estamos otra vez en el mismo sitio que hace siete días, y que catorce días, así desde que tenemos conciencia.
La vida se convierte en un eterno domingo, en una exultación de gozo al sabernos amados y curados de la enfermedad del pecado que nos lleva a la muerte, al miedo.
Este es el día que nos anuncia que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos, la muerte no tiene la última palabra, el faraón y sus guerreros habían degollado al cordero, pero éste ha vuelto, ha resucitado.
!Feliz Pascua de Resurrección.!
Tienes razón, Jet, la senectud de Rocky me ha hecho consciente de que mi declive se acerca, no obstante, sabes muy bien que, a pesar de tu juventud, jamás lograrás acercarte a mi poderío físico (y mucho menos al “diodenal”).
Me alegra esa explosión de sincero júbilo que muestra nuestro amigo Profeta y aprovecho su intervención para preguntarme (y preguntar a la concurrencia) si esas expresiones de fervor popular en Semana Santa muestran de verdad un sentimiento religioso acendrado o se han convertido (si es que no lo han sido siempre) en un espectáculo más. Sin duda habrá gente que viva todo eso con un sentido trascendente pero, cuando veo cosas como las que presencié ayer en la televisión, me inclino a pensar que la palurdez rige casi todas las actuaciones humanas. En España Directo (a ver cuando cambian el nombre de ese programa por algo así como “Estado Directo” y dejan de apropiarse de nombres que son de todos) pusieron un reportaje sobre las celebraciones de un pueblo de Sevilla (no recuerdo el nombre). Allí es tan grande la “devoción” por su patrona (tampoco recuerdo la advocación de la Virgen en cuestión) que, como hay muchos más candidatos a llevar el paso de la Virgen el Domingo de Resurección de los que pueden hacerlo, se ha optado por subastar la posibilidad de acarrear tan pesado mamotreto (más pesado por los maderos que forman las andas que por la venerada imagen en sí).
Según comentaron algunos de los que pujaban casi todos o todos los años, se llegan a pagar de 600 a 1000 euros por tener el honor de correr, acompañado del resto de los porteadores, acarreando la imagen .
No criticaré que cada cual haga lo que le plazca con su dinero, es más, es probable que todo lo que se saque con la subasta se emplee en alguna obra benéfica, o tal vez no, pero en cualquier caso es dinero privado y pueden hacer lo que quieran con ello. De todos modos esa conjunción de subasta y sentimientos piadosos chirría un poco y, a mí particularmente, semejante expresión de “fe” me parece de lo más palurdo. Sé que estoy haciendo un juicio de valor y que no tengo ni idea de lo que siente esa gente realmente cuando pasea a su virgen a toda pastilla por las calles del pueblo, pero lo que sí sé es que a mí me parece una palurdez tremenda ¡Qué le vamos a hacer!
En cualquier caso, yo diría que quienes tienen fe verdadera no necesitan salir a la calle con imágenes religiosas a hombros ni gritando eso de “¡guapa, guapa!” a la virgen (la del Rocío o la que toque). Esto a mí me suena a fe de cartón piedra (similar a la que pueda tener alguien como yo) y reconozco que esas cosas, más que afianzarme en mis sentimientos religiosos, tienden a distanciarme de ellos.
TARZANETE
Hola a todos.
Yo por el contrario he podido 'disfrutar' de unos días en Lanzarote. Tierra donde Meteorismo fue forjado como hombre ¡gracias al servicio prestado a esta honorable Patria! y donde seguramente perdió su cabellera por culpa de esa gorra castrense castrada.
Yo el año que viene, si el jefe del Profeta quiere me llevaré a mi hijo para que pueda disfrutar de las procesiones, como la que pasa por Seseña o la que pasa por Tarancón o la que pasa por las Rozas.
¿Tienes prisa?
¿hay alguna forma de proponer mensajes para la DGT?
¿porqué no ponen un contandor con el número de muertos que se producen on-line? ¿contratará la DGT al Doctor House?
Un abrazao a todos y sigo con el BKS que también debería mostrar mensajes de ¿tienes prisa?...
En Semana Santa lo mejor son siempre las recomendaciones de la DGT. Este año salía por las pantallas "Lo importante es volver", "por una buena carretera" añadiría yo.
Pues yo sí que me he ido de Semana Santa. Esas son las ventajas de los que vivimos en una ciudad turística, podemos decir: “Yo me voy porque estoy harto de tanto turista y de tanta gentuza” y marcharnos a otro sitio donde puedan renegar también de nosotros.
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