sábado, 5 de marzo de 2016

El valor del ejemplo


Esta mañana, mientras trotaba por las calles de Madrid, enfilando los últimos kilómetros de mi ruta de hoy, renqueando cuesta arriba, he visto como un chaval de unos 14 o 16 años bajaba comiendo con deleite un bocadillo envuelto en papel. Al llegar a la zona en la que el envoltorio le ha resultado incómodo para seguir gozando de nuevos bocados de pan con panceta (o lo que fuese), ha cogido el papel y, estirando el brazo hacia arriba con gracilidad, lo ha dejado volar hacia donde la brisa quisiera llevarlo.
En ese momento se cruzaba el mozalbete con un hombre de provecta edad que se ha quedado paralizado ante tal espectáculo,  algo así como quien viese ante sí un burro volando. Se ha vuelto para comprobar si aquel ser que se había cruzado con él era humano o espectral. Ha visto que parecía de carne y hueso y se movía como un humano. Tras mirar el envoltorio arrugado y ver que había una papelera justo al lado de donde había caído, ha llegado a la conclusión de que el pizpireto chavalín era, simplemente, un maleducado y ha hecho algo que no todo el mundo haría: ha cogido el papel y lo ha depositado en la papelera.
Yo, al cruzarme con el lanzador de papeles, le he interpelado diciendo:
 -creo que se te ha caído un papel.

Él, sorprendido de que un desconocido se dirigiese él,  parecía no haberse dado cuenta de lo que había hecho. Supongo que el chavalín estará tan acostumbrado a hacerlo y ver cómo otros de su entorno lo hacen, que para él es algo tan normal como respirar, mear o cagar.
Ante su asombro le he dicho:
 -Ah, no se te ha caído, que lo has tirado. Eres un poco marrano, chaval.
Y ahí ha quedado la cosa. Yo he seguido mi ascenso por la cuesta y, al llegar a la altura del simpático caballero que ha corregido la mala acción del travieso chaval, he agradecido su detalle de limpiar la guarrería del otro. Él me ha saludado confirmando con su gesto que no entendía a personas como el joven tira-papeles.
Tras esto yo me he preguntado: ¿de verdad lo que necesitamos es modificar la Constitución para redefinir el modelo de estado? ¿Es tan importante hacer otra reforma laboral, de la educación, de la sanidad y de qué sé yo cuántas otras cosas?

Es posible que lo sea, pero me temo que, mientras los chavales no vean a los mayores comportarse con civismo en cosas tan sencillas y simples como tirar papeles a la papelera, todo lo demás no valdrá para nada y será muy secundario.
Al señor que ha recogido la basura del chavalín y la ha depositado en la papelera lo pondría yo de presidente del gobierno. Él ha sabido que una buena acción vale más que miles de debates estériles entre gente cerril que sólo busca su beneficio particular y el aplauso de sus millares de fans igualmente cerriles,  mientras predica lo contrario de lo que ejemplifica con sus actos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cómo cansa leer este blog!
La petulancia que destila cada frase es verdaderamente embriagadora. Prefiero leer el whatsapp de un joven de 18 años que este cúmulo de necedades.

Atentamente, Don Aquilino Montes, registrador de la propiedad por el honorable colegio de registradores de la ciudad de Lugo


Meteorismo galáctico dijo...

Estimado don Aquilino:

Me siento dichoso de haber sido merecedor de sus acertadas críticas a mi petulante estilo literario. En breve adquiriré una propiedad en la bella ciudad de Lugo y me gustaría contar con sus servicios de registro para, además de hacerle ganar un dinerito, poder estrechar su mano amiga y, si así lo permitiese usted, darle un abrazo.

Reciba mis petulantes y cordiales saludos.

José María dijo...

Pater. Yo siempre seguiré siendo un gran admirador de tu pluma y relatos. El que recogió el papel no sería japonés verdad? Un fuerte abrazo
Almirante zapatones

Meteorismo galáctico dijo...

Estimado Almirante Zapatones:

Tengo que reconocer que no me fijé en la identidad nacional del benefactor de nuestra ciudad. Ten en cuenta que, desde que soy progresista, me gusta la diversidad, la multiculturalidad y la multinacionalidad y, en consecuencia, donde otros ven japoneses, españoles, catalanes, noruegos, etc., yo veo únicamente personas y personos. ¿Te da cuén?

Zarzamora dijo...

Bravo por el señor recogedor. Yo el otro día cogí un periódico tirado en el metro pero porque había un vale de descuento. He de ser mejor ciudadana. Solo una corrección. Es mozalbete. Sí, con b. Un abrazo.

Meteorismo galáctico dijo...

Quedo agradecido por la corrección gramatical. Intolerable muestra de ignorancia la mía.

Anónimo dijo...

No siempre es eficaz el ejemplo de los mayores y allegados. En mi caso mi hijo nos ve reciclar las cosas, pero él echa todo en la bolsa general. Le da igual que le digamos.
Mucha gracia me ha hecho el ilustre registrador. Tengo la impresión de que en el fondo debe ser un tío cachondo. Yo leo todos los domingos (bueno los que compro el periódico) un artículo de un señor que siempre me pareció un niño repelente. Lo digo así porque en uno de ellos se autodefinió como tal, o sea que acerté. Pues bien, a pesar de todo, sigo leyéndole porque casi siempre dice algo que me parece interesante. Eso mismo debe ocurrirle al ilustrísimo. Menos mal que no te pilló lo de mozalbete. Réprobo

Anónimo dijo...

¡Vivan las personas (y personos) de bien!,
¡Viva la estulticia!,
¡Viva José Vélez!