jueves, 9 de noviembre de 2017

Manipuladores y manipulados

He leído esta mañana este artículo de David Bollero en el diario Público y  me ha apetecido romper mi silencio de varios años en este fracasado blog para comentar algunas cosas y entretenerme un rato en este día festivo que gozamos hoy en Madrid. Este es el artículo al que me refiero:

Un país de idiotas

Me agrada que el señor Boyero se atreva a decir en público que somos bastante idiotas (casi todos, que las generalizaciones absolutas en estos temas siempre son injustas y falsas). Estoy de acuerdo con él pero me gustaría decir que el tema que saca a colación para llegar a tal conclusión no me parece acertado. Yo diría que la mayoría de los debates sobre temas absurdos se comienzan entre los periodistas (comunicadores, políticos, tertulianos o cualquiera que hable o escriba en los medios de comunicación). La gente, el pueblo manipulable, el resto de los que no tenemos un púlpito desde el que "predicar", nos limitamos a escuchar las cosas que se nos cuentan desde esas atalayas tan poderosas.

Con ese machaconeo, es normal que luego, en nuestras charlas diarias, hablemos de esas mismas cosas y, en ocasiones, lo hagamos con la misma vehemencia con la que se expresan nuestros ídolos mediáticos.

En fin, señor Boyero, creo que la responsabilidad máxima sobre la estupidez que se difunde en el pueblo llano, es de los que difunden ideas necias desde los medios de comunicación (en connivencia con los políticos a los que cada cual apoye).  Lo de la camiseta es una memez, sin duda, pero no acarrea (creo yo) consecuencias terribles para nadie. Otros mensajes, como los de corte nacionalista, devenidos en independentistas en los últimos tiempos, sí que son peligrosos (además de carentes de fundamento y bastante estúpidos, según mi limitado criterio). Pero decir que la gente que abraza los mensajes independentistas es idiota no queda bien. Decir que los que votan a ese grupo de políticos ignorantes que predican el odio y la confrontación son bobos, no sería aplaudido. Y es que no son ellos los responsables únicos de su propia memez, habría que haber estado en su pellejo durante los últimos cuarenta años para ver si no seríamos nosotros iguales tras tanto tiempo de machaconeo con el tema identitario y todas esas paparruchas nada progresistas y muy retrógradas (siempre según mi criterio, claro).

Llamar idiota a quien debate sobre los colores de la camiseta de la selección o a quien es votante del PP, parece molón, pero hacer lo propio con quienes defienden tesis nacionalistas e independentistas en un país como España, puede servir para que a uno lo cataloguen como fascista, intolerante o no sé cuántas lindezas más.

Resumiendo: casi todos somos fácilmente manipulables y, en consecuencia, idiotas. Pero el máximo nivel de responsabilidad la tienen los manipuladores, aunque con cierta edad y formación no podemos liberarnos los demás de nuestra parte de responsabilidad.

1 comentario:

Zarzamora dijo...

Lo que pasa es que él también comenta acerca de la dichosa camiseta, con lo que sigue fomentando el debate. Tú comentas sobre el artículo de Bollero. Yo comento en tu blog. Yel asunto de la camiseta se retroalimenta. En definitiva... carecemos de originalidad. Todos comentamos sobre lo mismo.
Pero estoy muy de acuerdo con tus opiniones. Este David me parece bastante tendencioso. Un abrazo.