Estamos en plena campaña electoral y, como hay mucha gente
diciendo bobadas, me animo a decirlas yo también.
Nos cuentan que estos días previos a las elecciones sirven
para que los candidatos nos expliquen sus programas, sus propuestas, sus ideas
y qué sé yo cuántas cosas más, pero lo que más se comenta en los medios de
comunicación y en las maravillosas redes sociales (o eso me parece), son las
cosas negativas que unos dicen de otros. Tanto es así parece que no hagan más
que eso.
Oigo decir a muchos políticos que los ciudadanos no son
tontos, pero luego dicen que hay que ser idiota para votar a cualquiera que no
sea de su partido. Nos dicen que la ciudadanía es inteligente, pero luego nos
convocan a mítines en los que se regalan banderitas y gorras, y en los que, se
diga lo que se diga, cuando el ponente sube el tono, la gente aplaude. Eso sí,
mejor no preguntar a los que aplauden sobre la razón por la que lo hacen,
porque posiblemente nadie lo sabría.
En la web se ve a mucha gente activa resaltando lo malos que
son algunos y, en algunos casos, insultando sin ton ni son a cualquiera que pudiera
haber pensado en votar a un partido que no sea el que ellos han decidido
apoyar, pero entre insulto que va e insulto que viene, todos son la mar de demócratas,
tolerantes y amantes del diálogo.
También existen personas, políticos y no políticos, que, al
hablar, parece que tienen la solución a todos los problemas del mundo (en este
caso de España, de su comunidad autónoma o de su pueblo). Todo es muy fácil
cuando es otro el que tiene que hacerlo. Estamos cansados de ver a los dos
partidos que han ido turnándose en el poder, cómo desde la oposición critican al
que lo ostenta por no hacer cosas que ellos tampoco hicieron cuando pudieron.
Muchos ya nos hemos cansado de esos dos partidos y sus
tonterías, y ahora, como somos la pera, vamos a votar a otros partidos que
"seguro" que van a comportarse decentemente y van a arreglarlo todo.
Otros, que son más tontos (bueno, no, tontos no, que los que
somos demócratas de toda la vida tenemos que ser respetuosos con todas y todos
las ideas y los ideos), seguirán votando a esos dos partidos plagados de
corruptos.En fin, creo que ya he dicho suficientes memeces, así que sólo me queda pedir el voto (es lo que se hace en las campañas). Yo no lo pediré, pero os diré a quién voy a votar y por qué, así veréis que soy tan tonto como casi todo el mundo.
Voy a votar a UPyD porque me fastidia que, sin haber hecho
nada malo (o eso creo), hayan perdido a la mayoría de los votantes (que tampoco
eran muchos). La verdad es que no he leído su programa para las autonómicas y
para las municipales, y ni siquiera pongo cara a los candidatos, pero me
apetece votarles porque me caen bien los seres marginales, y creo que este
partido lo es ahora y lo va a ser aún más.
Estoy harto de los partidos famosos, que ahora son cuatro en
lugar de dos. Me cansa oír tontunas de todos ellos y me encanta no oír nada de
UPyD, así no pueden caerme mal.
Parece que los partidos famosos (los cuatro actuales), dicen
lo que creen que les va a dar más votos, pero los que han quedado en UPyD dicen
lo que estiman oportuno, aunque les vaya a conducir a la desaparición. Me fío
más de quien dice lo que piensa que de quien dice lo que le conviene. Pero como
tampoco he oído todo lo que dicen todos, estaré equivocado (de eso sí que estoy
seguro).
Ya he terminado mi discurso, pero se me ha olvidado subir el
tono para que me aplaudáis, así que os libráis de ello (tampoco os daré gorras
ni banderitas ni bocatas).
Y ahora, id a meditar vuestro voto y, si queréis compartir
los motivos que os impulsan a votar a quien votéis, hacedlo aquí o en una plaza
de toros (lo segundo es bastante más caro).
5 comentarios:
Efectivamente, es usted muy tonto. Pedir el voto por UPyD, que son los mismos a los que usted denosta.
Le recuerdo que Doña Rosa Díez fue consejera del Gobierno Vasco y europarlamentaria por el PSOE durante unos cuantos añitos.
Un saludo
Estimado anónimo:
Me agrada ver que estamos de acuerdo en lo tocante a mi estulticia. No obstante me gustaría saber su identidad para confirmar mis sospechas de que usted también es un avezado representante de la memez en nuestra sociedad. Me encantaría poder entrevistarme con usted para debatir sobre la estolidez mundial.
Respecto al pasado de Rosa Díez, no seré yo quien lo niegue. Es cierto que perteneció a al Gobierno Vasco hace años y que, probablemente, por aquel entonces defendía cosas que ahora ataca y viceversa. Pero ante esto sólo puedo decir que yo, en mi niñez y tierna juventud acudía con alegría a las manifas del 20-N a juntarme con una gran multitud que gritaba bobadas como "Franco Franco" o "se va caeeeeer, se va a caeeeeer, el aparato del podeeeeer". A los diecinueve o veinte años me di cuenta de lo estúpido que era todo aquello y dejé de acudir a semejantes demostraciones de idiotez (cosa que no restó un ápice a mi actual cargamento de necedad).
No me parece mal cambiar de opinión, es más, creo que en ciertos temas es lo más normal. Hay demasiadas cosas en las que es difícil saber cuál es la postura correcta, así que me parece muy bien que Rosa Díez o quien sea, cambie de ideas cuando lo estime oportuno. Lo que nunca sabré es si ese cambio es aparente o real. Pero como me gusta participar de eso que tan ridículamente llaman algunos "la fiesta de la democracia", iré a depositar mis sobres en las urnas y llevarán dentro las papeletas de UPyD, por muchas tonterías que hayan hecho o dicho Rosa Díez y sus candidatos en el pasado.
Eres un estultoooooooooooooooooooooooooooooooooooooo y te gustan los tumultooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooos.
Su querida Rosa Díez ha vuelto al lugar que merece, el ostracismo. Adiós Doña Rosa, su soberbia ha impedido que de forma natural Ciudadanos y UPyD acudieran de forma conjunta a estas elecciones.
Me alegro de su defenestración política y del fracaso de sus votantes, entre los que se encuentra el memo-calvo autor de este blog.
Un saludo
También yo había puesto las esperanzas en la señá Rosa, pero creo que a todos políticos les pasa igual. Yo y siempre yo. No importa la catadura. No hay mas que ver a este partido que no ha vendido mas que humo y que se está diluyendo en no se sabe qué.
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