domingo, 21 de agosto de 2011

Así he visto la JMJ

Ya terminan los actos de la JMJ. Queda alguna cosilla para esta tarde antes de que el Papa regrese a Roma, pero creo que, como buen intelectual que soy, ya puedo hacer un balance de lo ocurrido estos días.

No he asistido a ningún acto porque no me gustan las aglomeraciones, y las que se montan en torno al Papa son de alta densidad (lo han sido las de estos días). Sí que he seguido por televisión algunos de los actos (a ratos). He optado por 13-TV, que antes era Popular TV, la cadena televisiva de la Conferencia Episcopal. Tengo que hacer notar que Javier Alonso Sandoica, que ha sido uno de los presentadores de las retransmisiones de los actos de la JMJ es un verdadero artista. Se puede ser cura y gran presentador de televisión, él lo ha demostrado.

Tengo que reconocer que ver la inmensa muchedumbre que se agolpaba en todas partes para estar donde estuviera el Papa me ha resultado emocionante. El Papa tiene el cariño de muchísimas personas aunque, desgraciadamente, como también hemos visto, cuenta con el desprecio de otras cuantas (muchas menos que las que le quieren).

¿Para qué ha podido servir todo esto? Yo diría que para el Papa habrá sido una impresionante inyección de ánimo. Cualquiera que constate que es querido por tanta gente, tiene que sentirse de maravilla aunque tampoco hay que olvidar que el sentimiento de responsabilidad tiene que ser apabullante al saber que tantas personas están dispuestas, si no ha hacer lo que les proponga (eso suele ser muy difícil), por lo menos sí a escucharle.

Los que han estado sufriendo el calor de Madrid (y la tormenta de anoche) en los actos convocados, supongo que también habrán experimentado un intenso sentimiento de pertenecer a algo grande, muy grande. Verse inmerso en una masa de gente de ese tamaño (más de un millón de personas que, en esta ocasión, no es un número inflado como ocurre con otras manifestaciones) con la que uno, supuestamente, sintoniza, es algo grande.

Yo viví algo parecido allá por el año 1982 cuando Juan Pablo II vino a España. Fue la primera y única vez que entré en un estadio, el Santiago Bernabeu, y, a pesar de que casi muero despedazado por las presiones que la masa ejercía sobre mi persona y una puerta de barrotes, una vez sentado en mi lejano asiento, al ver a miles de personas coreando alegres el nombre del Papa (aquello de “Juan Pablo Segundo, te quiere todo el mundo”) me olvidé de mis magulladuras y me sentí en la gloria.

Creo que las cosas son así, pero también me doy cuenta de que en medio de la masa, los sentimientos se exacerban hasta límites insospechados. Si el sentimiento es de afecto, uno se siente tremendamente querido, casi en el paraíso. Si el Papa dice que vivamos nuestra fe con alegría, uno piensa que va a salir de allí y ser el cristiano más feliz del mundo. Si dice que tenemos que amarnos unos a otros y, sobre todo a los más necesitados, nos imaginamos recorriendo las calles sacando de la pobreza a cualquiera que nos crucemos…

Todo es precioso, pero una vez que acaba, cuando regresamos a nuestra casa, a nuestra rutina, nos damos cuenta de que esas fuerzas que parecía que el Papa (y el entorno) nos habían insuflado, se han desvanecido y nuestros ánimos para renovar nuestra vida se van desinflando poco a poco hasta volver a ser los mismos de siempre salvo por el hecho de que ahora tenemos un nuevo recuerdo, el de haber estado cerca del Papa y rodeados de mucha gente feliz (por lo menos en apariencia).

Vamos terminando. Los actos de estos días han sido emocionantes incluso para mí que veo con cierto resquemor que desde la Iglesia se acometan dispendios de esta magnitud (aunque sean beneficiosos para el lugar en el que se llevan a cabo), pero pienso que no estamos más que ante una nueva burbuja. Esta vez no es inmobiliaria sino emocional. Muchos estamos con el espíritu hinchado como un globo, pero me temo que a pocos les durará esa hinchazón tanto como para elevarse y cambiar de vida. A la mayoría se nos deshinchará en menos que canta un gallo. Sólo nos queda alegrarnos por los que tengan su válvula espiritual a prueba de pérdidas.

15 comentarios:

Lucrecia Borgia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lucrecia Borgia dijo...

Creo que hay que agradecer a Benedicto XVI que haya elegido a Madrid para estas Jornadas y valorando lo económico, pero sin dejar atrás los otros beneficios espirituales, humanos y culturales que esta visita representa y que debieran haberse valorado por encima de todo.
Ahora, de vuelta a nuestra casa y a la rutina diaria, demos intentar mantener elevado nuestro espíritu cristiano y no se desvanezcan las fuerzas que la visita y proximidad del Santo Padre nos ha insuflado.

Anonimar dijo...

¡Viva Juan Pablo II!. Cachis, parece que ya no soy tan joven.

Anónimo dijo...

Ora et labora.
Respeto de todos y hacia todos (algo que sigue faltando aqui)
Por parte del Ayuntamiento/Comunidad, ensayo fracasado en cuanto a las infraestructuras para los JJOO

Paloma Polaca dijo...

Pues sí, atras queda los tiempos de los escolásticos y sus sesudas reflexiones. Ahora a falta de grandes cerebros que establezcan los marcos teólogicos de la religión, lo importante es el marketing, la promoción y el bombo. Simplificar al máximo para llegar a lo más lejos, inducir ideas fijas en cerebros jóvenes en lugar de enseñar a pensar y a abrir las mentes.

Paloma Polaca dijo...

Por cierto, se agradece que le respondan a uno, me conformo hasta con un "insulto piadoso".

Meteorismo galáctico dijo...

Estimado Paloma Polaca (suena raro dirigirse a una paloma en masculino). Tus comentarios son bien recibidos pero mi grandiosa necedad no siempre tiene recursos como para expresarse acerca de los comentarios de quienes, tan amablemente se atreven a publicar algo en este blog. También ocurre a veces que ando liado viendo Sálvame o cualquier otro programa cultural y no encuentro tiempo para dedicar a mis fieles comentaristas. Espero que sepáis disculpar mi falta de elegancia y educación a este respecto (hablaré con Josemi Rodríguez Sieiro para que me dé unas clases de protocolo y saber estar).

Saludos a todos los que, habiendo comentado algo en Libertad Diodenal, se han sentido heridos por mi falta de respuesta (y para los demás, también).

Lucrecia Borgia dijo...

Por favor, si lo ves a Josemi Rodriguez Sieiro, pregúntale si se sigue "pidiendo la mano", porque mi novio quiere tener sexo conmigo y todavía no le ha pedido mi mano a mi familia... ;-)
(P.D.: Espero no haberte molestado si estás ocupado viendo "Sálvame")

greetings

Paloma Polaca dijo...

Querido amigo meteórico,

No me sentía ofendido, simplemente impaciente.

Te perdono porque muchos de tus post me hacen reir y me alegran la tarde o la mañana.

Entiendo tu ocupación, es más la comparto, aunque yo en mi caso opto por el porno heterosexual (que no te engañe mi apodo, que soy una paloma blanca, masculina y hetorosexual).

Aunque no creo que sea necesario que tomes clase alguna, me parece correcto lo de querer mejorar tu observancia de las normas de protocolo, pues en este mundo hay que mantener la elegancia y el decoro a la par.


Espero poder seguir disfrutando de tus post y comentarios.

Un saludo.

Meteorismo galáctico dijo...

Estimada Lucrecia:

No me ha sido posible hablar con Josemi, pero creo que la petición de mano es algo del pasado que necesita ser reformado (como la Constitución) para adecuarse a los tiempos modernos. Pero antes de ponernos a reformar la institución de la pedida de mano, deberíamos preguntarnos por su origen y por la razón de que se pida la mano en lugar del pie, la oreja o, como sería más lógico, el cuerpo entero (y el alma, para los que creemos en eso que nos “anima”).

No menos estimado amigo Paloma Polaca:

Saber que nunca te habías sentido ofendido y que perdonas mi falta de respuesta a tus aportaciones, me reconforta y me anima a seguir actuando del modo aleatorio que lo hago. Tu reconocimiento de que ocupas tu tiempo libre con el porno heterosexual me parece un detalle poco democrático (los progresistas tenemos que utilizar ese adjetivo varias veces al día, y ya me tocaba) y tremendamente cavernario. Deberías ser más “open mind” (no sé por qué se usa casi siempre este término en inglés) y, con ánimo cultural, interesarte por todo tipo de combinatoria “sesual” (creo que eso también es un detalle progresista).

Se acabó por hoy, que tengo que ir a ver algún programa cultural a la tele. Creo que hoy comienza el Hormiguero. Lo que no sé es si contraprograman con Enemigos Íntimos. No sé qué elegiré. Cada día es más compleja esta vida.

Anónimo dijo...

Gracias a la JMJ Lady H encontró trabajo, VIVA LA JMJ!,
¡VIVA EL DALAI LAMA!,
¡VIVA PACO CLAVEL!

Paloma Polaca dijo...

Amigo Galáctico,

Me mantengo en la búsqueda los mismos contenidos "sesuales", pues el atributo de cavernario limita mi progresismo.

Amigo Viajero,

Me alegra mucho saberlo, a pesar de no conocer a Lady H. Sin embargo, creo que hubiera tenido más mérito "pillar cacho" en las JMJ que trabajo. Pero siendo trabajo, también es bueno.

Un saludo y perdonad que me cruce en vuestras conversaciones privadas.

Meteorismo galáctico dijo...

Yo también me alegro de que Lady H haya encontrado trabajo. ¡VIVA LA REFORMA LABORAL! ¡VIVA ALFREDO!

Paloma Polaca, puedes insertarte en nuestras conversaciones siempre que quieras. Es más, incluso puedes cambiar de tema. Libertad Diodenal nació con vocación de añadir más confusión y necedad a nuestra sociedad, así que cada cual puede hablar de lo que quiera y opinar sobre lo que le venga en gana.

Lucrecia Borgia dijo...

La otra noche estaba aburrida y fuí a un funeral. Estuvo muy entretenido. Después de una hora de estar, conseguí novio. Lo que no me acuerdo es si era el viudo... ;-)

saludos a todos

Raquel Márquez dijo...

Me gusta mucho lo que dices sobre este tema.

A juzgar por Facebook lo único que se podía hacer por esas fechas era estar a favor y hacer propaganda sin chicha alguna o estar en contra y llamar pederastas a todos los curas sin despeinarse uno... Yo misma, atea convencida y militante, acabé debatiendo duramente contra algunos anti-Papa que aprovechaban cualquier detalle, cualquier foto hecha a mala leche por reporteros del "Público", para despotricar y llamarles sucios, hipócritas, zombies sin ideas propias y lindezas por el estilo...

Oye, tu forma de redactar es contagiosa, no me pasa sólo a mí, veo que es común a todos los comentarios... Espero que te congratule, no es para menos :)