viernes, 13 de noviembre de 2009

El "caminito"

Tras casi un mes sin deleitaros con mi pedante prosa, me reincorporo a mis tareas de redactor jefe de Libertad Diodenal para ejercitar mis dedos que, por falta de ejercicio, ya están echando michelines.

Comenzaré contando algo que me ha dicho una simpática compañera de trabajo esta mañana mientras hablábamos de los hábitos humanos en el retrete. Ella me ha contado, con cierta desazón, que no entiende por qué razón algunas mujeres (ella hablaba de los retretes femeninos, claro) tienen la manía de dejar marcado el “caminito” por el que ha ido pasando “lo que han soltado”.Yo, en mi afán por acabar con los tabúes escatológicos, mientras me partía de risa le preguntaba si se refería a las zurrapas dejadas por falta de uso de la escobilla. Ella ha comenzado también a reírse, un tanto azorada, mientras asentía con gran hilaridad.

Esta aventura retretil me ha recordado otra acontecida en el mismo escenario (esta vez en el de los seres humanos masculinos). En aquella ocasión estaba yo aligerando mi vejiga en el urinario cuando pude oír el sonido de la cisterna del retrete contiguo vaciándose. Me puse alerta para saludar a quien saliera del excusado y, antes de que saliera éste, pude escuchar con total nitidez la siguiente frase en tono admirativo: ¡Vaya cagada!

La risa se apoderó de mí pero tuve que aguantarla para evitar que el cagón, que estaba a punto de hacer su aparición estelar en el recinto común de los servicios, se sintiese azorado por mi presencia. ¡Qué gran personaje!

Las dos sandeces que acabo de referir indican que en nuestra avanzada sociedad aún existen excesivos tabúes a la hora de expresarnos acerca de la caca y sus derivados. Estamos acostumbrados a ver cómo se montan talleres en los que se alecciona a los alumnos en las artes sexuales y en el uso de todo tipo de aparatejos para introducir por los orificios corporales o en los que introducir aquello que sobresale de nosotros, así que ¿por qué no montar talleres de educación escatológica?

¿Acaso sabe todo el mundo cuál es el modo más eficaz de limpiarse la entrenalga tras una deposición de textura pegajosa? ¿Se conoce el modo de optimizar el uso del papel higiénico (esto podría salvar miles de hectáreas de bosques amazónicos)?

Es necesario instruir a los ciudadanos y ciudadanas en las normas básicas para utilizar los váteres públicos. Alguien debería contar a nuestros adolescentes que no está bien montar “museos del moco” tras las puertas de las cabinas retretiles y que tampoco es de recibo dejar a la vista “el caminito” de nuestras heces porque las del siguiente ya saben la ruta que tienen que tomar sin necesidad de que les den pistas.

Cambiando drásticamente de tema, contaré que esta semana parece que hemos tenido un cartero en pruebas. Sólo eso puede explicar que el martes hubiera algo así como nueve cartas (en un bloque de diez viviendas) de portales con números totalmente diferentes al nuestro repartidas entre nuestros buzones. Las cartas fueron pinchadas en el corcho del portal para que el atontado cartero se diese cuenta de su error y lo corrigiese.

Lo de las cartas pinchadas en el corcho viene a cuento porque al día siguiente las cartas ya no estaban (el cartero debió llevárselas), pero en su lugar había un par de bragas de color carne situadas en el mismo lugar que el día anterior ocuparon las cartas y atravesadas por la misma chincheta (estaban limpias y sin rastros de frenazos). Supongo que la ventolera de estos días hizo volar las prendas íntimas sobre la cabeza de algún vecino y éste, intentando ser solidario con la dueña, las puso en el lugar más visible que pudo. De paso consiguió hacerme reír un rato.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo hoy cuando he ido al retrete en mi curro he visto otro "shitberg"; uséase otro mojón flotante que alguien se había olvidado..
Estoy de acuerdo en que habría que educar tb a la gente en este tema y enseñarles que cuando el líquido es marrón, aprieta el botón..

ZARZAMORA dijo...

Pero que cochinos sois, siempre pensando en cacas. Vuestro problema no son las cacas sino las"gotitas". Los chicos, en cuanto os quitan el urinario, no atináis en el retrete convencional. Y menos si os levantáis de noche, a oscuras...

Jajaja dijo...

Nosotros tambien tenemos carteros nuevos. La semana pasada nos han metido un par de cartas equivocadas en nuestro buzón.

En cuanto al tema de las cacas, habría que discutir si se trataría de un contenido a añadir al temario de Educación para la Ciudadanía o, por el contrario, un contenido transversal, como la ortografía. Así tendríamos, por ejemplo, en Historia: la deposición a través de los tiempos. O en Física: caída de un choricete con movimiento pendular del culo...

Meteorismo galáctico dijo...

Tienes razón, Zarzamora, somos unos marranos (sobre todo yo, que soy el que ha iniciado este debate caguetoso). De todos modos hay que reconocer que hablar de estos temas, además de ser divertido, forja grandes amistades. Desde que mi compañera me explicó lo del “caminito”, nuestro grado de confianza se ha elevado unos cuantos puntos (no sabría cuantificarlo, así que habrá que hacer un estudio de esos tan caros y tan inútiles para determinarlo).

Lo de que no somos capaces de acertar con el chorrete dentro de la taza es algo totalmente cierto. A mí me cuesta mucho evitar que alguna gota rebelde aterrice en el borde del retrete o, peor aún, en el suelo circundante. No obstante, en mi descargo diré que casi siempre (a veces me descuido) seco las “balas perdidas” con papel higiénico para evitar que el excusado acabe convertido en un lugar pútrido y desagradable para quienes lleguen allí detrás de mí en busca de un poco de paz y relajo intestinal.

Jajaja, me ha encantado eso del estudio del estudio del movimiento pendular del choricete. Me pregunto si Antares, como físico titulado que es, podría decirnos si el estudio de los mojones debería hacerse tomándolos como sólidos rígidos o como fluidos de cierta densidad.

Anónimo dijo...

En el caso de movimiento pendular, propongo se trate al mojón como un sólido rígido.