Esta semana que ha terminado ha estado llena de competiciones, que si el debate entre Rajoy y ZP, que si la Copa del Rey entre el F.C. Barcelona y el Athletic de Bilbao. Seguramente haya habido otras más, pero como el mundo de la competición me trae al pairo, hablaré solo de las dos chorradas que he mencionado.
Comenzaremos con el debate parlamentario. Como todos habréis supuesto, no lo vi ni lo escuché y, además, apenas he oído los comentarios de los tertulianos radiofónicos ni leído los comentarios en los periódicos, pero con esta base documental tan “amplia”, me atrevo a decir que el debate fue una basura integral y que no sirvió para otra cosa que para que unos y otros hablemos de él. Qué tontería es esto de que hablen dos personas cuando cada uno sabe de antemano que, diga lo que diga el otro, no le va a hacer ni caso. ¿Cabe mayor necedad? Es probable que sí, pero es una pregunta retórica que me apetecía hacer.
Lo más tonto de los debates es esa memez que se ha impuesto desde hace algunos años de asignar campeón a la confrontación verbal. ¿Alguien sabe quién fue el primer bobo que habló de ganadores y perdedores en estas lides parlamentarias? Lo digo porque el necio en cuestión merecería ser agasajado con un artículo en Libertad Diodenal dedicado exclusivamente a él. El caso es que se hacen encuestas y la gente, que estoy convencido de que mayoritariamente no habrá visto el soporífero debate, elige campeón con total alegría (es probable que, si me preguntasen, yo también respondiese, pero diría que el ganador es Carod Rovira o algún otro político pintoresco).
Ya he dicho suficientes cosas insulsas sobre el primer tema. Pasemos al de la Copa del Rey. El fútbol es algo que para mí tiene una importancia inversamente proporcional a la que le asigna el resto de la ciudadanía en su conjunto, es decir, que tiende a cero. Me importa tan poco que no acabo de entender el hecho de que vayan más de cien mil personas enfervorizadas a un estadio a aclamar a su equipo y, sobre todo, a pitar al otro. No le veo la diversión, pero supongo que la tendrá.
Lo de los abucheos multitudinarios a los reyes mientras sonaba el himno nacional, es algo que, sabiendo el corte nacionalistoide que tienen ambos equipos de fútbol y sus seguidores, cabía esperar. ¿Está feo? Pues a mí sí me lo parece, pero reconozco que tampoco me quita el sueño. Quien más y quien menos todos somos maleducados de vez en cuando y, si nos juntamos con diez mil más, la cosa puede llegar a extremos impresionantes. El fútbol, desde hace muchos años, es mucho más que un deporte de competición, para muchas gentes es casi lo único que da sentido a sus vidas (no creo que exagere al decir eso). Hay gente que se levanta con el Marca, toma el almuerzo charlando de fútbol y se acuesta con el Larguero (¡qué progresista soy! Siempre mencionando a la SER).
En cuanto al corte que hizo Televisión Española del fragmento de los abucheos, tengo que decir que tal vez no fue mala idea. En el fondo estas cosas, me refiero a los abucheos, se hacen porque la gente sabe que su acción va a tener eco mediático, pero si se encontrasen siempre con la censura de sus maleducados actos, tal vez dejarían de llevarlos a cabo. De todos modos aquí nos topamos con eso que se llama el derecho a la información y no sé qué más cosas que, probablemente, tengan también su importancia.
Hala, me callo ya.
7 comentarios:
¡Retirada de Eurovisión ya!,¡pero si la canción de Bosnia era horrorosa y han quedado de los primeros!..
Antares, deberías saber que la belleza u horripilancia de las canciones de Eurovisión no tiene nada que ver con las posibilidades que tienen de quedar primeras o últimas. Cada persona vota por motivos desconocidos para los demás, pero con gran probabilidad ninguno de ellos tendrá que ver con el placer que le ha causado la canción por la que vota. Tengo entendido que Lady H y tú votasteis por Portugal. Sería interesante que explicaras aquí los motivos que os llevaron a enviar un SMS (gastando dinerito) para emitir tan inútil e hilarante votación.
Desde aquí envío un emocionado saludo a Soraya, cuya canción no me gusta en exceso (preferiría que hubiese ido Melody con la canción del Gorila), para que se anime y siga trabajando duramente para llegar a las cotas de éxito de Bisbal o Bustamante.
Sólo hay dos opciones, o retiranda inmediata de ese concurso de bárbaros o mandar el año que viene a Leonardo Dantés..
Propongo sustituir en Eurovisión lo de la competición de canciones, que es una cosa completamente "out", por lucha en el barro.
Veo que a nadie le interesa lo del debate ni lo del fútbol. A mí tampoco. Tengo hiper-saturación de los temitas. De Eurovisión también se han hecho comentarios. En El Mundo han sido especialmente crueles con Soraya. Yo me lo vi enterito. Me gustó la canción portuguesa, como a Antares, con ese fondo de colores luminosos, muy verde y estilo carrusel.Hubo otra muy bonita que tenía un delfín que aparecía y desaparecía en los fondos.Y la de Inglaterra, de las mejores. Pero yo no voté por nadie, soy así de insolidaria o de ratilla.
Al traje de Soraya sólo le faltaron los patines de hielo. Y el flequillo lo tiene demasiado largo. Ella tiene buena voz, pero ponen demasiado alto el sonido orquestal y no destaca la cantante. Y la canción tenía unos toques "orientales", como para parecerse al estilo balcánico tan abundante en el festival.
Soy una seguidora de tu blog aunque nunca he escrito ningún comentario...pero es que esta entrada me ha aburrido tanto que tenía que decirlo.
Aprovecho para mandar un saludo a todos!
Aprecio tu sinceridad, amiga Sureña. A la vista de los comentarios a mi aportación de esta semana, queda claro que a nadie le han interesado mis reflexiones (realmente no tenían ningún interés). Menos mal que la ocurrencia de Antares de cambiar de tema para hablar de Eurovisión ha conseguido suscitar un modesto debate que ha salvado la dignidad de Libertad Diodenal.
Confío en que, a pesar del aburrimiento que en muchas ocasiones provocan mis pedantes disertaciones, todos sigáis siendo fieles a este, vuestro blog.
Publicar un comentario