Me gusta el nombramiento de Pepiño Blanco como Ministro de Fomento. Le he estado escuchando esta mañana en la SER (ya sabéis que estoy en proceso de conversión al progresismo) y, además de irse por peteneras para no responder a algunas preguntas que le han hecho (característica básica de un político), se ha expresado en tono conciliador y animoso. No sé si resolverá algo o no resolverá nada, pero me ha gustado ver cómo asumía con tranquilidad las críticas que se han hecho a su nombramiento a causa de su carencia de titulación universitaria. Ha dicho, no sin razón, que ser licenciado en químicas tampoco aporta nada de interés (o eso parece a primera vista) para ser un buen Ministro de Interior, en referencia a Freddy el químico, actual rector de esa cartera ministerial.
No seré yo quien defienda la capacidad gestora de una persona que se ha pasado la vida metido en política (el mismo señor Blanco ha reconocido que comenzó en el PSOE cuando aún llevaba pantalón corto), pero tampoco daré a las titulaciones superiores el excesivo valor que algunos les atribuyen. Esto lo hago por la cuenta que me trae, no en vano yo carezco de titulación por resistirme a hacer un absurdo proyecto de fin de carrera que me quitaría tiempo y no aportaría nada a mi escaso rendimiento profesional.
El señor Blanco será buen o mal gestor, ya lo veremos, no por poseer o carecer de titulación universitaria, sino por tener o no tener experiencia en esas lides. Experiencia que probablemente no tenga. No obstante hasta los más grandes en cualquier actividad, han tenido que dar sus primeros pasos hasta adquirir esa experiencia que luego les consagró como gurús en su campo, así que veremos de lo que es capaz nuestro simpático Pepiño.
Por lo dicho hasta aquí podría confundírseme con un fan de don José Blanco y con un entusiasta de los cambios de ZP en su gobierno, pero realmente no es así. Dudo que estos cambios sirvan para mucho más que para darnos un nuevo motivo de debate estéril que acalle un poco los ecos de la crisis para que los que seguimos viviendo bien (que aún somos muchos) pensemos que el Presidente sigue haciendo grandes cosas para sacar a España del agujero en el que se está metiendo.
No seré yo quien defienda la capacidad gestora de una persona que se ha pasado la vida metido en política (el mismo señor Blanco ha reconocido que comenzó en el PSOE cuando aún llevaba pantalón corto), pero tampoco daré a las titulaciones superiores el excesivo valor que algunos les atribuyen. Esto lo hago por la cuenta que me trae, no en vano yo carezco de titulación por resistirme a hacer un absurdo proyecto de fin de carrera que me quitaría tiempo y no aportaría nada a mi escaso rendimiento profesional.
El señor Blanco será buen o mal gestor, ya lo veremos, no por poseer o carecer de titulación universitaria, sino por tener o no tener experiencia en esas lides. Experiencia que probablemente no tenga. No obstante hasta los más grandes en cualquier actividad, han tenido que dar sus primeros pasos hasta adquirir esa experiencia que luego les consagró como gurús en su campo, así que veremos de lo que es capaz nuestro simpático Pepiño.
Por lo dicho hasta aquí podría confundírseme con un fan de don José Blanco y con un entusiasta de los cambios de ZP en su gobierno, pero realmente no es así. Dudo que estos cambios sirvan para mucho más que para darnos un nuevo motivo de debate estéril que acalle un poco los ecos de la crisis para que los que seguimos viviendo bien (que aún somos muchos) pensemos que el Presidente sigue haciendo grandes cosas para sacar a España del agujero en el que se está metiendo.
8 comentarios:
Me parece intolerable que Pedro Zerolo no tenga cartera!
La verdad es que ZP ha perdido su oportunidad de mostrar a la ciudadanía su gran tolerancia y progresismo adjudicando un ministerio a ese gran luchador por los derechos humanos que es Pedro Zerolo.
Desde aquí reivindicamos la necesidad de incluirle en el Gobierno de España como medida fundamental para acabar con la crisis.
Acabo de estar leyendo el bog de Punset y me ha gustado mucho este artículo. Leedlo para meditar sobre tan inteligentes palabras. Tal vez en breve me dé por soltar alguno de mis rollos al respecto.
Olvidé decir que lo anterior no tiene nada que ver en absoluto con el tema de hoy. Para los habituales del blog esto no es nada raro, pero lo digo por si aparece algún despistado que no nos conozca.
Así como quien no quiere la cosa, ya tenemos cinco comentarios. Esta táctica de añadirlos yo mismo es excelente. Seguro que más de uno ha entrado por la curiosidad de gozar con el supuesto debate que tanto comentario sugiere.
Se nos va el bloguer en cuyo espacio nos conocimos buaaaaaa!!!! buaaaaaaa!!!
Muy bien Meteorismo, que sepas que te leo, lo que pasa que con la edad me estoy haciendo gandul y no te comento tus irónico-brillantes artículos
Pater
Mi aportación del día a una buena causa.
Echo en falta a mi Maleni y esas referencias a nuestra queridísima Doña Carmen Polo de Franco
¡Qué alegría volver a verte por aquí, amigo Ful! Tu vaguería para comentar necedades a mis necios artículos es totalmente comprensible. Como habrás notado, yo también ganduleo mucho y escribo poco, la pereza se adueña de nosotros. Confiemos en que el ejemplo de Pepiño cunda y nos volvamos tan activos como él.
Estimado Zptns, estás en lo cierto, la que fue musa de este blog en sus comienzos, ha sido relegada al más inaceptable de los olvidos. Pero la responsabilidad de esto no es achacable únicamente a mí, nuestro antiguo colaborador Cañita Brava, cuando desertó de sus responsabilidades como redactor jefe adjunto, dejó a este blog huérfano de aquellas bellas e hilarantes historias protagonizadas por Doña Carmen y por el Caudillo con las que nos deleitaba de cuando en cuando. Sea como fuere, aprovecharé esta oportunidad para gritar a los cuatro vientos, y lanzando alguna que otra salva flatulenta:
¡VIVA DOÑA CARMEN POLO DE FRANCO!
¡VIVA BORJA THYSSEN!
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