martes, 14 de abril de 2009

Jenny y el enano gruñón

Esta mañana nuestra querida compañera Jenny (es un nombre ficticio pero le cuadra muy bien por el arte que tiene para mascar chicle mientras trabaja) ha llegado a trabajar contrariada por un suceso que le ha acontecido en el trayecto que va desde donde ha aparcado el coche hasta el centro laboral.

Iba ella gozosa pensando en el reencuentro con sus apasionantes tareas laborales y, sobre todo, con su maravilloso grupo de compañeros marginales. Mirando a un lado y otro con alegría, dedicando sonrisas y miradas afables a cuantas personas se cruzaban en el camino. Apareció entonces un chaval ataviado con una pañoleta palestina que, además, era de muy baja estatura y con los rasgos típicos de alguien aquejado de acondroplasia (podía haber dicho que era un enano, pero a lo mejor se enfada alguien). Jenny ha posado sus adorables ojos sobre él sin la menor intención de incomodarle (es imposible incomodarse con su mirada) y cada cuál ha seguido su camino pero, cuando se habían distanciado unos metros, el extraño personaje ha comenzado el diálogo que transcribo (dándole mi toque literario particular) a continuación:

Transeúnte: ¡Eh!
Jenny: ¿Es a mí?
Transeúnte: Sí ¿Me conoces de algo?
Jenny: No
Transeúnte: ¿Entonces por qué me miras? (Con tono de enfado).

Jenny se quedó patidifusa ante tan absurda interpelación y, con la elegancia que le caracteriza, le dejó muy claro que si le miró es porque todo el mundo tiene derecho a gozar de la calidez de sus ojos, pero que jamás lo hizo con malicia ni con intención de molestar.

El irascible acondroplásico se quejó de la mirada de Jenny pero, obviamente, él también la miró a ella porque de otro modo no habría percibido el fulgor de sus ojos posándose en él. Siendo así las cosas ¿la gente con características poco comunes tiene bula para mirar a quien quiera y los demás tenemos que evitar mirarles a ellos para que no se sientan molestos?

Soy un pesado con esto (y con muchas cosas más), pero tengo que decir que a mí me encanta escuchar a algunos niños cuando, al cruzarme en su camino, dicen a sus padres a voz en grito: “Por qué ese señor no tiene pelo”. Yo me giro, me palpo la calva sobresaltado y simulo buscar mi pelo por los alrededores ¿No es eso mejor que mirar con desprecio a ese simpático y lenguaraz niño?

¡Qué cosas ocurren en la vida! ¿Qué habríais hecho vosotros en una situación semejante? ¿Acaso hay que desviar la mirada cada vez que algo o alguien poco común se presentan ante nosotros?

Si vemos a Anasagasti en medio de una ventolera con su “capó” levantado ¿Debemos mirar hacia otro lado en lugar de gozar de tan hilarante estampa?

Si nos encontramos a un tipo sin brazos y comiendo con ayuda de sus pies ¿seremos capaces de no observar con admiración tan poco habitual suceso?

Si nos cruzamos con nuestro jefe (supongamos que se llama Don Antonio) por el pasillo y lleva la bragueta bajada ¿debemos apartar la mirada inmediatamente en lugar de reírnos mientras señalamos a su “centro de masa”?

17 comentarios:

Jajaja dijo...

- Te he mirado para poder saber si te conocía - creo que sería una respuesta lógica a la pregunta del personaje.

Hay gente que va amargada por la vida y que no tiene otra afición que contagiarle parte de su amargura a los demás.

Anónimo dijo...

Es cierto, Jajaja y para eliminar esa ponzoña no hay nada como deponer( o el "seso"..)..Por cierto, acabo de volver del "trono" y ha sido glorioso..y nocilloso..Por eso Meteorismo y yo somos tan hilarantes, porque arrojamos la ponzoña fuera de nuestro organismo con fruición y alegría..

Pepelu dijo...

Meteorismo, te has cebado con el pobre enano y seguramente Jenny haya faltado a la verdad.
Lo más seguro es que la Jenny fuera de camino a trabajo y al ver a un enano feo y deforme, le mirara pensando - pobre desgraciado, jajaja, ni me mires enano pulgoso, que estamos en dimensiones diferentes, jurjurjur -. Ese enano del que se habrán mofado miles de veces, detectó su mirada de burla y desprecio, enfureció y tuvo que desahogarse.
Hasta no escuchar la opinión del enano palestino no debemos juzgarle, que bastante tiene con lo suyo, jajaja.

Xavier Dwarf dijo...

Hola.
Me llamo Xavier y soy el irascible acondroplásico palestino, tal como me denomina el administrador de este blog, el cual esconde su cara y nombre bajo el pseudonimo de Meteorismo.

Me cago en tu padre puto calvo de los cojones. Y que me expliquen donde está la dulce cara de la zorra de la Jenny, que es más fea que la cagada nocillosa de Antares.

Joder con la falta de respeto de este blog,

Carlos García R. dijo...

Estimado Xavier Dwarf,

Debería usted tomar ejemplo de los simpáticos habitantes del pueblo de mi señora pareja sentimental.

Hay de usted como no les mire y les dedique un efusivo y emocionado "Ehh....", "Eaahhh...", o en los casos de mas confianza un coloquial "Haleee..."; al rato ya estará en boca de todos por desagradable, antipático y... la peor acusación posible, una terrible ausencia de integración social en el municipio.

Reciclesé, señor enano, no sea usted gilipollas pudiendo ser una criatura amable y a la que todo el mundo desearía otorgar un pequeño abrazo (pequeño por usted, no por el abrazo en sí).

Saludines.

Meteorismo galáctico dijo...

Don Xavier:

Por muy acondroplásico que sea usted, no pienso tolerar que dedique esos inmerecidos epítetos a la dulce, a la par que enérgica, Jenny. Focalice usted su ira en mi brillante calva porque, de tanta grasa que tiene, todo resbala en ella, incluso las descalificaciones.

Sé que tras ese nombre se esconde un ser simpático y de sublime necedad, hábil con el esfínter anal hasta el punto de saber generar los complejos pedos martinete. Sé que no es usted otro que el gran Cañita Brava. Descúbrase ante nosotros y vuelva a deleitarnos con sus insolentes e hilarantes narraciones de tiempos pasados.

Y, para terminar, “esijo” una nueva aportación en la que pida disculpas a Jenny por esas palabras gruesas y totalmente inexactas que le ha dedicado.

Xavier Dwarf dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Carlos García R. dijo...

Oye Meteorismo,

¿Tú conoces al imbécil este de "Xavier Dwarf"?

Pensaba que la cosa iba de coña, pero creo que este subnormal profundo (lo digo por lo pequeño de su cerebro) ha traspasado la línea.

Meteorismo galáctico dijo...

Estimado Carlos:

Te pido disculpas porque, en efecto, el señor Dwarf se ha pasado. Su aportación inicial tenía gracia, a pesar de que algunas de sus expresiones podrían haber sido más suaves, porque siempre mola que los protagonistas de mis historias (o quienes deciden asumir su personalidad) participen en el debate. En su segunda aparición, aunque pedía disculpas a Jenny (muy bien hecho, señor Dwarf), se excedió en zafiedad con el resto de su aportación, así que he decidido eliminar tan soez comentario para no deslucir el cordial tono en el que se desenvuelven nuestros necios debates.

¡No toleraré más salidas de tono en Libertad Diodenal!

Carlos García R. dijo...

No eres tú el que tiene que pedir disculpas, Meteorismo.

Es el impresentable del señor Dwarf este el que tiene que hacerlo para mantener el poco prestigio que le queda en la red de redes.

Desde aquí, con permiso de Meteorismo, le lanzo este reto Sr. Dwarf, si le queda algo de decencia y humanidad humana.

Meteorismo galáctico dijo...

Carlos, no te tomes tan a pecho los excesos verbales de don Xavier. Estoy convencido de que no pretendía ofender. Sé que es difícil creerlo, pero me da la impresión de que, quienquiera que haya asumido el papel del acondroplásico gruñón, sólo pretendía dar una imagen extremadamente huraña aunque, ciertamente, se ha pasado un poco.

¡Pelillos a la mar! Procuraré aplicarme a fondo para encontrar alguna historia que contar en la que no haya personajes enfurruñados o amargados. De momento dedicaré un emocionado recuerdo a ese gran actor que era Michael Landon, que vivió entregado a la causa de difundir los buenos sentimientos por el mundo (me encanta irme por las ramas con cosas sin sentido).

Xavier Dw dijo...

Pido disculpas a Carlos a su señora y a todos los lectores de este blog tan sarcastico y ofendido.

Soy vulgar, pequeño y cabrón, y no se quien es Jenny, pero si os parais a leer vuestras gracietas en referencia a nuestro tamaño, me surgen serias dudas sobre quien es más cabrón.

Reitero mis disculpas

Meteorismo galáctico dijo...

Finalmente podemos sacar algo de provecho de este debate. Don Xavier ha puesto el dedo en la llaga. Es cierto que ha habido algún comentario ofensivo al protagonista del relato (me refiero al comentario de Pepelu) que no he censurado, lo que me hace culpable de usar dos varas de medir (realmente utilizo montones de ellas).

La verdad es que la historia la conté con la intención de hacernos recapacitar sobre la mala leche que destilamos en algunos momentos, seamos acondroplásicos, calvos o, sencillamente, necios, y la facilidad que tenemos algunos para verterla con el primero que se cruza en nuestro camino.

En ningún momento pretendí que nadie se ofendiera y siento que mis deseos se hayan visto truncados por los excesos verbales de unos y otros y por mi falta de equidad a la hora de censurar (ya nunca me podrán comparar con el rey Salomón salvo para decir que soy todo lo contrario que él fue).

Y ahora, a otra cosa, mariposa.

P.D.- Don Xavier, sea usted bienbenido a nuestro absurdo blog y reciba nuevamente mis disculpas en nombre de los participantes de este foro de necios. Como verá usted, ciertos epítetos están permitidos por aquí y nadie debe sentirse ofendido por ellos, basta con asumir eso que nos equipara a todos los humanos: La estulticia.

Chas, Carrillo & Asociados dijo...

Buenas tardes:

Dada la mala leche que nos caracteriza (por eso somos un bufete de abogados) comunicamos que estamos en trámites de interpelar una querella criminal contra el individuo que atiende por el nombre de Xavier Dwarf, a petición de nuestro idolatrado cliente (que Dios guarde durante muchos años) Carlos García.

Si la demanda prospera, el Sr. Dwarf se enfrentará a una pena que puede oscilar entre seis y ocho meses de escarnio público, a través de este blog, medio por el cual el imputado realizó sus incalificables fechorías.

Nuestro cliente, el Sr. García, ha sufrido un duro golpe en sus bajos y se encuentra sumido en una profunda amargura de espíritu, por lo que declina realizar cualquier declaración pública al respecto de este caso.

Hemos dicho.

Meteorismo galáctico dijo...

Ilustres letrados de Chas, Carrillo & Amp:

Me han causado ustedes una grata impresión por la diligencia con la que han comenzado los trámites para demandar al señor Dwarf. Tanto es así que me atrevo a pedirles que acepten llevar el caso de la demanda que interpuse contra el señor Kashuma, reputado músico y timador (es muy polifacético) japonés.

A cambio de sus servicios y por un módico descuento en sus tarifas, les ofrezco proyección mundial a través de mi popular blog (lo leen millones de personas en todo el mundo y, probablemente en otras zonas desconocidas del universo).

Quedo a la espera de sus noticias y les agradeceré enormemente que nos mantengan informados de los avances en el proceso judicial que han incoado.

Chas, Carrillo y Asociados dijo...

Estimado señor Galáctico:

Como puede observar, hemos corregido el encabezado con nuestro nombre empresarial , ya que en nuestro comunicado del día de ayer se mostraban unos inexplicables caracteres; causa por la que también estamos redactando una demanda contra Mr. Blogger por malversación de nombre y atentado contra nuestro honor.

Insistimos: tenemos muy mala leche.

En cuanto a su propuesta, no tenemos más remedio que declinarla.

Precisamente el señor Kashuma es el consejero delegado de esta santa casa y, como puede usted comprender, no va a consentir demandarse a si mismo, y menos aun por un módico descuento.

Con respecto de aumentar nuestra proyección mundial utilizando su blog, tampoco nos resulta del todo interesante; desde nuestro comunicado de ayer, y mostrado aquí, hemos recibido miles anónimos, en casi todos los idiomas conocidos (incluido el arameo antiguo), con calificativos irrepetibles.
Sin duda, en este país, querellarse contra cualquier miembro de cualquier minoría social, como puede ser un acondroplásico, resulta bastante impopular.

Y por último, debe comprender que contar entre nuestros clientes con alguien que se apellida Galáctico mermaría considerablemente nuestro prestigio adquirido durante años y años de ardua labor jurídica.
Si se apellidase usted García, Gómez, Blas de la Serna, por ejemplo, sería digno de consideración.

Sin embargo, nos sentimos muy halagados por su interés en contar con nuestros servicios, en vez de hacerlo con cualquier otro "picapleitos".
En deferencia a ese interés, le mantendremos informado (gratis) de los progresos alcanzados en la demanda contra el Sr. Dwarf.

Hemos dicho.

Meteorismo galáctico dijo...

Señores letrados:

Yo mismo me personaré como parte implicada en la demanda de malversación de nombre por parte de Mr. Blogger. ¡Es intolerable que se modifique el nombre de un despacho serio como el suyo sin aviso alguno y sin posibilidad de rectificación! El daño causado es gravísimo e irreversible dado el elevado número de visitantes que pasan por aquí.

“Esigiremos” una “indenización” acorde al daño causado.

Me es grato saber que el señor Kashuma ha decidido rehacer su vida como un ciudadano de bien. Ha pasado de ser delincuente a perseguir a los malos ¡Qué gran noticia!

La alegría que este hecho me produce es tan grande que, en cuanto pueda, me acercaré a la comisaría a retirar la denuncia que interpuse contra él hace ya tres años. Tendré que pasar el sofoco correspondiente cuando el agente al que me dirija me identifique como el memo que se dejó timar de una manera tan ridícula, pero estoy dispuesto a pasar por semejante humillación para permitir que Kashuma siga adelante con su renovada vida de entrega a la causa del bien.