viernes, 7 de noviembre de 2008

La silla de ZP

Entre las elecciones norteamericanas y la cumbre del G-20 nos tienen saturados, por lo menos a mí. Menos mal que, para que las noticias no sean tan uniformes, de vez en cuando hay algún asesinato o alguna catástrofe que sirven para “animar” el noticiero (me gusta esta palabra tan típica de Sudamérica).

Por lo que he oído y leído hoy, parece que cada vez está más cerca la posibilidad de que nuestro amadísimo ZP pueda ocupar una silla (tal vez no sea tan cómoda como la de la imagen) en esa gran cumbre en la que cada mandatario dirá una sarta de bobadas con apariencia de seriedad pero sin posibilidad de ser comprendidas por nadie y, además, comerán bien, dormirán mejor y, supongo, harán alguna que otra visita turística. Aún hay gente que cree que de allí saldrá algo concreto que podrá aplicarse para solucionar los problemas económicos que están afectando a nuestra avanzada parte del mundo ¡Pobres ingenuos!

No sé si estos rollos económicos se solucionarán pronto, tarde o nunca, pero tengo bastante claro que las ideas de ZP (de quien le dé las ideas a ZP) no serán la clave para llegar al bienestar total y eterno.

No sé con qué parámetros se ha decidido qué países tienen que estar en ese bonito grupo del G-20 (a mí me hubiese resultado más simpático que lo llamasen el Comando-G), pero seguro que son criterios tan tontos como otros cualesquiera, así que lo que podrían haber hecho es, poner veinte sillas en círculo y permitir que fuesen a la cumbre todos los países que quisieran. Una vez allí, todos se dispondrían en círculo alrededor de las sillas y, como habréis adivinado, procederían a competir en el simpático juego de las sillas a la vez que sonaría alguna simpática música de concurso (la sintonía del Grand-Prix sería excelente).

Para terminar este absurdo artículo que estoy escribiendo para calmar la tensión que me produce ver mi blog sin actualizar durante tanto tiempo, diré que me importa un bledo que España esté o no esté en esa cumbre o en cualquier otra o que Obama no llame a nuestro presidente para tenderle su mano salvadora. El mundo de la política y la economía se parece cada vez más al mundo del cotilleo, y para eso prefiero quedarme con Gran Hermano, que ya lleva diez años de experiencia en estas lides y es mucho más creíble.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo a la cumbre esa llevaría a Antonio Ozores..

Anónimo dijo...

y yo a Esteso y Pajares y tal y tal jajaja

un abrazo.

Jajaja dijo...

Parece que al final se van a apretar todos un poco y le van a arrimar una banqueta a ZP para que pueda también él sentarse a la mesa del G-20. ¡A ver si se calla ya el hombre, que estaba de lo más pesado con la puñetera reunión!

Anónimo dijo...

"Reztifico", quien debería ir a esa reunión es el Señor Barragán..¡cómo estamo!, ¡chí cheñó!..

Meteorismo galáctico dijo...

A ver si toman nota de nuestras propuestas y esa cumbre, por lo menos, acaba siendo algo divertido.

Anónimo dijo...

jaja yo tb llevaria al Sr Barragan...pero ya es demasiado tarde, como no podia ser de otro modo a cambio de la silla, ZP se va a dejar hacer de todo ..o sea "Charkochy" nos va a pol'culizar todo lo q pueda y mas(noticia de le figaro)

brave said