viernes, 6 de junio de 2008

Televendedores

Esta tarde me disponía a salir de casa para hacer un recado cuando he recibido una llamada del número 4408. Al verlo he sospechado que, al descolgar, alguien me intentaría convencer para contratar algún producto telefónico. He estado tentado de ignorar la llamada, pero mi naturaleza cotilla ha podido más que mi razón (la poca que tengo), así que he pulsado el botón verde y he puesto el teléfono en mi oreja derecha.

Tras mi saludo inicial no he oído a nadie responder, lo que me ha confirmado que era una de esas llamadas que se hacen automáticamente y, si el tonto de turno descuelga (en este caso, yo), el televendedor acude presuroso, pero nunca a tiempo, a atender el segundo o tercer saludo del incauto cliente potencial.

En cuanto la vendedora ha comenzado a hablar, he podido oír una retahíla incomprensible en la que me ha dicho algo así como que llamaba de Movistar y ha leído las cifras de mi teléfono, de una en una, para confirmar si era el mío. No sé si os pasa a vosotros, pero yo tengo la costumbre de decir mi teléfono agrupando cifras, de modo que cuando me lo recitan de un modo diferente a como yo me lo he aprendido, me cuesta identificarlo. El caso es que me ha parecido que la ristra numérica que ha pronunciado a toda velocidad, era el mío. He dicho que, en efecto, era mi teléfono, y acto seguido, siguiendo con el mismo ímpetu, me ha preguntado algo de lo que sólo he entendido las palabras “identificar”, “nombre” y “por favor”. He supuesto que quería que le dijese mi nombre completo (con apellidos y todo) para identificarme, a lo que he argumentado que no sabía por qué razón tenía que dar esos datos a alguien cuya verdadera identidad desconocía. Ella me ha dicho, con un tono un tanto crispado, que sólo quería era mi nombre (sin apellidos) para poder dirigirse a mí utilizándolo. Le he pedido disculpas diciéndole que le había entendido mal, y ella ha comenzado con el rollo comercial pero, eso sí, insertando al principio un elegante “Don Pablo” (me ha dado vergüenza decir que me llamo Meteorismo).

Entre la nueva avalancha de palabras he conseguido entender “contrato” y, con la máxima cortesía de la que he sido capaz, he interrumpido su “speech” para decirle que, no me interesa tener contrato alguno de telefonía móvil y que, para no hacerle perder el tiempo, podíamos dejar ahí la conversación. Ella me ha dicho, nuevamente con cierto tono arisco, que cómo podía saber que no me interesaba una oferta que aún no había escuchado. Yo le he respondido que, sencillamente, prefiero seguir con mi tarjeta prepago que no me obliga a nada y que recargo cuando quiero y utilizo cuando me place. Le he dicho que me da igual el hecho de que, probablemente, esté perdiendo dinero con esta modalidad telefónica, pero que no quiero atarme a ningún contrato. Creo que he sido bastante claro y, sobre todo, correcto en mi exposición (también rápida). Pero la pertinaz operaria seguía en sus trece intentando hacerme ver, cada vez más enfadada, que era absurdo tomar esa decisión sin saber lo que iba a ofrecerme. Básicamente me ha llamado tonto en mis narices, cosa que no me importaría si me lo dijese alguien simpático, pero no tolero que alguien que aún no sabe lo memo que soy, se atreva a aventurar tal cosa.

Le he hecho saber que detectaba enfado en su forma de hablar y, para zanjar tan tonta conversación, le he dicho algo parecido a esto:

- Se está poniendo usted bastante farruquita conmigo, así que creo que es el momento de terminar esta conversación. Muchas gracias y buenas tardes.

Ella se ha despedido con corrección y con la crispación a niveles parecidos a los que el PP introdujo (según muchos) en la vida política durante la pasada legislatura.

Tengo que reconocer que esta absurda pelea me ha hecho sentirme mal. ¿Acaso flagelan a los televendedores cuando no consiguen que su interlocutor escuche sus ofertas? ¿Es que les pagan un millón de euros por cada persona que escucha todo el acelerado rollo que tienen que soltar? ¿No se dan cuenta de que para ser buen vendedor hay que ser extremadamente amable? ¿Nadie les ha dicho que si sueltan veinte palabras por segundo no hay quien entienda nada?

Lo peor de todo esto es que, con alta probabilidad, el modo de trabajo de la locutora que me ha llamado, sigue unas pautas “científicamente” obtenidas y con las que está “demostrada” una máxima eficacia de ventas.

¡VIVA LA TELEVENTA!
¡VIVA LA TELEBASURA!

¿Alguien sabe si, finalmente, los Miami, pegaron a Cantizano?

14 comentarios:

Kupe Karras dijo...

Desde luego... a mi me llamó una operadora africana que al oír a mi hijo se pensaba que alguien le estaba diciendo cosas a voces, en plan risa, y se puso super grosera creo que hasta le dí más tiempo de que lo que se merecía por puro miedo a que me viniese a pegar. Yo siempre digo que si quiero algo, me lo compro, que no me venga nadie a vender nada. Además, yo también tengo tarjeta prepago porque paso de los contratos.

La única excepción de mi absurda regla es el afilador, profesión en desuso pero entrañable, a él sí que le hago caso con su silófono de todo a 100!!

Unknown dijo...

A mi me llaman constantemente para preguntarme si tengo alguna duda y si estoy contento con el servicio (tengo contrato); yo siempre les digo lo mismo, cuando tenga dudas les llamaré o lo miraré en internet.

En cuanto al tema de la permanencia y todo ese rollo, hay una compañía que se llama Symio, que a parte de ser de las más baratas, si no la que más (todo a 9centimos+IVA menos el establecimiento de llamadas, ofrece contratros sin permanencias... Me parece interesante, el tema que hay que ver, es el de la cobertura.

Unknown dijo...

Se me olvidaba puntualizar, sin permanencia y sin gasto minimo mensual...

Meteorismo galáctico dijo...

¡VIVAN LOS AFILADORES! ¿Hay afiladores en Londres, Kupe? Yo vi a uno por mi barrio hace un par de semanas. Lo que no recuerdo es si llevaba bicicleta o ciclomotor. Sólo sé que lo que llevase estaba un tanto destartalado y roñoso.

¿Eres televendedor de Symio, Jajaja? Desde que eres Presidente de esa nación virtual de tu juego computacional te veo muy comprometido en intentar hacer la vida más fácil a la “ciudadanía”, y recomendarnos esa compañía para reducir gastos es una buena iniciativa en estos tiempos de desaceleración profunda de la economía y de aceleración aguda de la estulticia.

Meteorismo galáctico dijo...

Bocaseca, no sé por qué razón, pero antes te he confundido con Jajaja. Estoy alelado.

Anónimo dijo...

Yo me hice un esguince de tobillo por culpa de una televendedora.
Suena raro , pero es así.
Estaba una mañana de esas en las que los minutos parecen segundos , a punto de salir a trabajar ,cuando suena el teléfono , y ... por inercia lo descuelgo.
_Si? balbuceo ,mientras me pinto los labios.
_Señorita , buenos días , me comenta una dulce voz sudamericana.
_yo, (como sabía de que iba) contesto, bien ...ahora no la puedo atender salía rapidamente hacia la puerta.
_Ella (muy hábil) comenta...y a que hora la puedo llamar para hablar con usted?
_Servidora (cerrando el bolso y cogiendo llaves)la responde...es que no es mi casa.
_Televendedora (enfadada), pués que se ponga el dueño de la casa.
_Nati( poniéndose los zapatos), contesta ...es que no está en este momento...yo estoy ....de visita rápida.
_Televendedora con picardía...ya....entonces mamita ...no será usted una ladrona?

Me dio tal ataque de risa , que cuando bajé las escaleras del portal , se me enganchó un tacón y me caí rodando ...y el final ya se sabe.

PD (parece que Cantizano , calla pero otorga)

Meteorismo galáctico dijo...

Nati, se nota que eres buena persona. Si eso le ocurre a Anita Obregón o a Belén Esteban, ten por seguro que hubiesen interpuesto una querella criminal contra la empresa vendedora por injurias y por daños físicos derivados de las mismas. Tú, en cambio, “mamita”, te limitaste a reír y a quedarte con tu esguince como recuerdo de tan cómica situación.

Kupe Karras dijo...

Desgraciadamente no hay afiladores en Londres, eso lo recordaba del barrio donde crecí, iba en una "Mobilette". Aquí lo que hay es vendedores de helados con una furgonetilla y una música de organillo que te pone los pelos de punta a modo de "It" el payaso de Stephen King.

Anónimo dijo...

A mí también me llamaron de movistar por el mismo tema. Yo estaba en el trabajo, aburrida, y la verdad es que era un entretenimiento contestar la llamada, y por eso la cogí. La chica me decía que veía que yo mandaba muchos mensajes, y que el motivo era que no quería gastar en llamadas. Le expliqué que los mensajes eran para mi marido, porque sabía que la mayoría de las veces no me lo podía coger por temas de trabajo, y él al verlo, si estaba libre me llamaba a mí.

No le convenció mi argumento, y siguió con los suyos: "pero señorita, si usted tuviera las llamadas más baratas, llamaría más". Le volví a rebatir diciendo que no, que yo no llamaba porque no tenía motivos para llamar, y porque no era una adicta al móvil.

Me comentó las tarifas del nuevo contrato, que tenían un mínimo fijo. Las llamadas me salían mucho más baratas, y con lo poco que yo llamo gastaba menos del mínimo a pagar, por lo que siempre tendría que pagar un mínimo que era mayor de lo que yo pagaba actualmente con mi tarjeta (que recargo cada tres o cuatro meses con 30 euros como mucho). El caso es que la chica no entendía que a mi no me gustara llamar barato, y yo me pasé casi media hora al teléfono, escaqueándome del trabajo, y divirtiéndome mucho mientras le discutía a la teleoperadora todo lo que ella me decía.

No volvió a llamar más, supongo que me pondría en su lista negra.

Jajaja dijo...

Tras muchos intentos de librarme de televendedores y demás bicherío fingiéndome mi hermano, diciendo que ya no vivo allí, simulando averías telefónicas, colgando, dejando descolgado… he llegado a la conclusión de que la mejor política es, en el caso en que me ofrezcan Internet, decir que no tengo ordenador, en el caso en que me ofrezcan canales de televisión, que no tengo televisor, si me ofrecen teléfono, que no tengo teléfono…

P.D.: Cada vez estás peor del Alzheimer, Meteorismo. ¿Cómo has podido confundirme con Bocasecaman? Un presidente mayoritariamente elegido, como yo, con un tipo que se toma la justicia por su mano.

Anónimo dijo...

Seguro que cuando has pronunciado la palabra "Sí" la juntarán con la palabra contrato que ha dicho ella y te timan una vez más. Yo creo que quien te llamó fue el chino timador.

Un saludo.

PD.- De este verano no pasa la II Ascensión Internacional de la Bola

Fdo El Barras

Anónimo dijo...

Hay que hacer como hizo Lady H, que un día que nos llamaron en mitad de un episodio de "Jáus", les dijo "estamos viendo Jáus" y colgó..¡toma ya!..

Meteorismo galáctico dijo...

Estimado Barras:

No había pensado en el simpático Kashuma, pero, a pesar de que la voz era femenina, las habilidades timadoras del japonés son tan inmensas que no me extrañaría que anduviera timando telefónicamente a la gente. Por cierto, hace una semana llegó un nuevo comentario al famoso “post” relativo al timo del japonés. No hay año que no caigan ante Kashuma unos cuantos incautos más.

En Julio ascenderemos con nuestras bicicletas la Bola del Mundo.

Antares:

Creo que la táctica de Lady H. de decir con total sinceridad lo que uno está haciendo es altamente efectivo. La próxima vez que me llamen diré que estoy en plena evacuación intestinal. Estoy deseando comprobar la reacción de mi interlocutor.

Anónimo dijo...

Estas compañias pequeñas utilizan las redes de las grandes. Por ejemplo, eroski o yoigo utilizan la red de Vodafone...
(En memoria a la ministra de la "igualdad")
S2 a los miembros/as.

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