martes, 20 de mayo de 2008

Ceremonias y paripé


El viernes me tomé el día libre porque se casaba uno de mis hermanos. La boda fue civil porque ni él ni mi cuñada querían hacer el paripé con una celebración religiosa que a ellos no les aportaba nada, cosa que me parece excelente. Yo, que provengo, como mi hermano, de una familia católica, aún conservo ciertas creencias pero, cada vez en mayor medida, las dudas rigen mi pensamiento y me parece excelente que la gente se aleje del paripé y actúe según sus criterios en lugar de dejarse llevar por lo que, supuestamente, se espera de ellos en su entorno familiar y/o social.

La boda fue rápida (en diez minutos estuvo la cosa ventilada) y la comida, a pesar de no ser una vikingada, fue más que suficiente para que el cardias (válvula que une el esófago y el estómago) no pudiese cerrarse por abarrotamiento estomacal. No hubo baile, ni barra libre, ni puros, ni exceso de invitados (hermanos, padres y algunos primos y tíos).

No digo que sea estúpido casarse por la Iglesia, de hecho me parece excelente que quien tenga fe y crea en la bondad del sacramento del matrimonio, lo aproveche. Lo que me parece una necedad suma es montar todo el tinglado que se monta habitualmente para una boda, incluyendo un rito religioso en el que ninguno de los contrayentes cree y que aburre a casi todos los invitados. Comprendo que en muchas ocasiones se hará para evitar que los padres se lleven un disgusto, pero eso no le quita ni un ápice de necedad al hecho.

Y puestos a hablar de bodas, teniendo en cuenta que estamos en mayo y es época de comuniones, podemos extender el debate a este otro rito tan popular y que cada vez se asemeja más, en los excesos cometidos, a las bodas. Ya hay listas de comunión para hacer regalos ostentosos a los niños (o a sus padres), los restaurantes organizan banquetes de comunión que pueden llegar a congregar tantos invitados, y tan ridículamente vestidos, como los que asisten a una boda.

¡Qué espectáculos se presencian en las iglesias los días de celebración de comuniones! Familias enteras de cháchara mientras el cura intenta celebrar una misa como Dios manda. Gente correteando por aquí y por allá con sus cámaras. Teléfonos móviles sonando más de lo habitual (hasta en las celebraciones más solemnes y serias suena alguno ¡qué le vamos a hacer!).

Nuevamente llego a la conclusión de que el paripé rige nuestra sociedad. Hacemos cosas sin pensar en su sentido. Si las hacen otros, nosotros también las hacemos ¡Qué más da si tienen sentido o no! Es típico oír frases como estas:
-Mi niño no se quedará sin su celebración y sin su lista de comunión.
-No creo en la Iglesia ni en los curas, pero mi boda se celebrará en la catedral con una ceremonia solemne y con un coro de monjes cantando gregoriano.

Podríamos suponer que con el afán laicista de nuestros actuales gobernantes, el paripé religioso tenderá a remitir, pero yo creo que, en lugar de eso, proliferará el paripé laicista. Como seguramente sabréis, ya existen bautizos laicos en los que se da la bienvenida a los recién nacidos en un acto tan palurdo como podáis imaginar.

No sé si se habrá inventado ya pero, si no es así, alguno de nuestros grandes próceres inventará en breve la comunión laica que, probablemente, será un acto en el que el alcalde o concejal de turno entregue al adolescente un certificado de ciudadanía o cualquier bobada similar. La imaginación de nuestros necios gobernantes no conoce límites, y el apoyo incondicional de la estulta masa (a la que pertenecemos) a semejantes memeces está garantizado.

¡VIVA LA NECEDAD!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta eso de la comunión laica, se podría hacer con galletas "Hacendado"..

Meteorismo galáctico dijo...

Lo de las galletas Hacendado me parece original y muy económico. El resto del festejo podría celebrarse a base de productos de Mercadona. Por cierto, Antares, aún tenemos pendiente esa reunión aderezada con anchoas Alipende (creo que las Hacendado ya caducaron).

Anónimo dijo...

Al hilo del tema del post, recuerdo una escena en "Aida" ( la serie de Tele 5, que no la ópera ). La madre de la protagonista decía algo así como: "Vaya zurullo que he echado. No sé si bautizarlo o tirar de la cadena"

Meteorismo galáctico dijo...

¡Grandiosa escena para ilustrar otro tipo de bautizo!

Esto me recuerda una simpática anécdota que protagonizó hace poco mi hermano. Fue un accidente en el acto deponedor que ya os contaré en otro momento.

Javier dijo...

Estoy completamente de acuerdo con lo que dices al respecto del paripé, salvo en algunos aspectos. Creo que la gente tiende a justificarse en dar gusto a sus padres para realmente llevar a cabo el circo que a ellos mismos les apetece montar.
¿Acaso alguno pidió la aprobación para acostarse con su pareja?¿y para vivir con ella? Y así con multitud de decisiones, cosa que me parece lo normal, pero, que no me vengan entonces con lo de “es por mis padres” ¿Pero cuando los has tenido en cuenta para hacer lo que te viene en gana?
Seamos sinceros, a las mujeres les gusta la ceremonia mas que a un tonto un lápiz (o teclado) y a los hombres, en cierta medida también. Eso de sentirse princesas por un día enfundadas en un vestido espectacular, etc.
Lo que más me molesta de todo el asunto, es escuchar a la gente la tanda de incoherencias con las que envuelve todo. Gente que va a la moda, la del anticleriscalismo radical, la de la independencia rebelde frente a la familia, la de la crítica sistemática a las tradiciones, te viene con el rollo de: “Lo hago por mi familia que es muy tradicional y quieren una boda por la iglesia” – ¡¡¡venga ya!!! ¡¡¡No me aburras!!!

Otro rato comento una conversación que tuve con unos compañeros de trabajo que “flipé” con las opiniones de la gente a propósito de una anécdota que comentaba una sobre una boda.

Meteorismo galáctico dijo...

Estimado Javier (creo que no me equivoco al suponer que eres ese revolucionario compañero con el que compartí importantes tareas profesionales):

Es altamente probable que tengas razón en lo de que mucha gente monta el espectáculo de la boda, la comunión o el bautizo intentando responsabilizar de ello a otros para que no piensen que son unos carcas o, peor aún, unos fascistas redomados y unos meapilas. Yo diría (como siempre, sin dato alguno que lo avale) que los que más ostentación hacen en estos actos, suelen ser los que más presumen de estar apartados del mundo religioso y los que más veces se cagan en las muelas de todo lo que suene a clerical.

Y dicho esto, espero ansioso que nos cuentes esa charla que tuviste con tus compañeros de trabajo (seguro que no son tan revolucionarios como tú).

P.D.- Confío en que no hagas estas aportaciones en horario laboral. Si me enterase de tal cosa me vería obligado a denunciarte a nuestros líderes para que te impusiesen el correctivo pertinente.

Anónimo dijo...

meteorismo, y para cuando te nos casas???

Unknown dijo...

Hay que casarse por lo civil y con separación de bienes, al menos hoy por como está el panorama.

Meteorismo galáctico dijo...

Estimado anónimo. No sé por qué no has firmado con tu sobrenombre, “Brave”, todos sabemos que es una sandez de mote, pero el mío supera en ridiculez a todos, así que no te avergüences.

Aún no sé cuándo me casaré. Estoy esperando que alguna bella dama me corteje tras enamorarse de mi bella prosa y de mi inigualable y lisa calva. Si su cortejo surte efecto, me compraré un traje blanco, de esos que hacen que se transparenten los calzoncillos estampados, unos zapatos de charol, también blancos y una chistera del mismo color. La que se atreva a acompañarme al altar vestido de esa guisa, se merecerá mi amor eterno. Solo una mujer tan necia como yo podría tolerar semejante espectáculo, y eso (su necedad) me haría amarla con toda mi alma.

Y no tengo nada más que decir al respecto.

Anónimo dijo...

todos esperabamos que nos dieses la gran noticia....pero no, decepcion...asi todo, tenemos fe en ti.

PD: ..y no me averguenzo...

Raquel Márquez dijo...

Ayyy, los paripés y las ceremoñas familiares... Ahora se casa un primo mío del pueblo que mira que le tengo cariño y le quiero feliz y contento con la churra que ha encontrado que es una joya la tía... pero la boda sólo me ha traído agobios. Porque una parte de mí que no acabo de aceptar ama el paripé y otra que me gusta más pero que a veces se pasa de cabezota lo odia con toda su alma...

Ays.