domingo, 2 de septiembre de 2012

El final del verano


Siempre que llegan estas fechas me acuerdo de esa canción del Dúo Dinámico que servía de despedida de Verano Azul, esa gran serie televisiva de los años ochenta. Los veraneantes iban abandonando Nerja y el pobre Pancho se quedaba sin sus amigos veraniegos.

Este año he tenido más vacaciones que nunca (y aún que quedan unas cuantas que no sé cuándo disfrutaré) gracias al mes y medio de baja laboral que me ha proporcionado mi rotura ósea y a las dos semanas que he encadenado a ese mes y medio para seguir fortaleciendo mi deteriorado brazo. Durante estos calurosos días ha habido incendios, subidas y bajadas de la bolsa y de la prima de riesgo, asaltos a supermercados y entidades bancarias de nos nuevos salvadores de la patria capitaneados por Sánchez-Gordillo y, lo más importante, una restauración, dejada a medias, del Cristo de Borja. Ésta, sin duda, ha sido la noticia más interesante del verano. Doña Cecilia ha cautivado a mucha gente y ha escandalizado a algún que otro panoli que aplaudiría restauraciones más cutres y caras si las hubiese hecho algún artista consagrado como, por ejemplo, el señor Mariscal, creador de esa caca llamada Cobi. También ha conseguido, sin pretenderlo, llevar a su pueblo y a su humilde ermita a lo más alto de la popularidad mundial. Según parece, ella misma dijo que le habían comunicado que el hecho había sido “tremending topic” en Twitter. Aprovecho esta tribuna para saludar con afecto a dona Cecilia.

Una vez más comienza a refrescar por las noches, la gente regresa de sus lugares de veraneo y comienzan las quejas de lo caros que están los libros, las medicinas, la comida, la luz, el gas y el teléfono. Lo de siempre, aunque esta vez la cosa es más evidente. Mucha gente habrá pasado el verano comentando, mientras tomaba unas cervecitas, chateaba con su smart-phone y se dirigía a su coche para ir de una a otra terracita nocturna, lo que cuesta llegar a fin de mes y lo mal que está la cosa. Otros se habrán quedado en su casita tan tranquilos, disfrutando de la piscina del barrio y paseando por los tranquilos parques madrileños y, al llegar a casa,  de la maravillosa programación de Telecinco (Mujeres y Hombres y Viceversa ha estado interesantísimo).

Ahora, los que podamos, volveremos a trabajar (o a ir al trabajo, que no siempre es lo mismo) y comenzaremos nuevamente con la rutina laboral una vez terminada esta otra rutina vacacional. Comentaremos lo cortas que nos han parecido las vacaciones, lo duro que se nos hace el regreso a nuestras tareas, lo que ha subido la gasolina, lo bien que lo hemos pasado en los lugares que hemos visitado, lo morenos que nos hemos puesto y, si se tercia, regalaremos a alguno de nuestros compañeros una taza de esas en las que se puede leer algo como “Estuve en Borja y me acordé de ti” decorada con la sensación del verano: la obra de Doña Cecilia.

A pesar de que todo cambia, la vida sigue igual (como decía el gran Julio Iglesias). Disfrutad de vuestro reencuentro con la rutina otoñal y con la moda otoño-invierno que la Pasarela Mercedes-Benz Fashion Week trae hasta nosotros (todo muy “ponible” y a precios anti-crisis).

2 comentarios:

Zarzamora dijo...

¿De dónde has sacado lo de la pasarela Mercedes Benz? Es que hoy lunes leo en el 20 minutos: "el atractivo de lo corriente: pocas sorpresas y vestidos ponibles"

A mi también se me saltaban las lágrimas al oír esa canción. Y es que al volver de vacaciones -cuando he estado en algún lugar diferente- siento que una parte de mi se queda en ese lugar. Siempre que lo haya pasado acepablemente bien, claro.

Aunque lo peor eran esos anuncios felices de "la vuelta al cole en El corte Inglés" que veía en la tele a principios de agosto, cuando aún quedaba tanto verano. Me hacían sentir que estaba en el comienzo de la cuenta atrás. Eso cuando era mucho más joven, claro.

Ahora las vacaciones son tan cortas que no hay tiempo para la cuenta atrás, porque si te recreas en ella no disfrutas de las vacaciones.

Anónimo dijo...

¿Y qué tal las vacaciones?..Pues cortas..
No hemos parado de ver sitios..Y por la noche de marcha..Porque hay que aprovechar al "másimo"..