sábado, 24 de mayo de 2008

Follón en el PP

Desde las últimas elecciones generales no deja de hablarse del PP, de Rajoy, de los cambios en el partido, del congreso de Junio, de traiciones, de principios…

En fin, que el PP está en el candelero (o en el candelabro, según se quiera) y al final uno no sabe qué es lo que realmente pasa, pero pasar, pasa algo. No sé si Rajoy y quienes le apoyan, han diseñado un nuevo discurso político (sea eso lo que sea) o si han pensado en modificar sus principios (tampoco tengo muy claro lo que tan solemne palabra significa). María San Gil deja sus cargos actuales porque no se fía de Rajoy, pero yo no sé cuál es la razón por la que ya no se fía de él. A lo mejor lo ha dicho y los medios de comunicación, tan interesados y tendenciosos como los propios políticos y como casi todo hijo de vecino, no nos lo han contado.

Ruiz-Gallardón parecía triste porque Rajoy no satisfizo sus deseos de ir en las listas al Congreso de los Diputados, pero ahora está contento porque Mariano cuenta con él para no sé qué. Jiménez-Losantos apoyó la candidatura del PP en las pasadas elecciones, pero ahora ataca sin piedad al líder de la oposición y a su nuevo equipo (con Soraya tiene cierta fijación).

Sin decirse claramente, da la impresión de que el problema con el PP es que quiere ser más dialogante (un concepto más cuyo significado real no comprendo) y esto acaba entendiéndose como que quiere estar más abierto a los nacionalistas. Parece que nadie ha dicho eso concretamente, pero es lo que algunos acabamos deduciendo.

Al final me quedo con la idea de que algo pasa pero nadie sabe qué es o, mejor dicho, cada cuál está seguro de lo que ocurre y, curiosamente, lo que unos piensan no coincide con lo que pasa por la cabeza de los otros. Ante tal panorama yo me pregunto si no sería más sencillo que Don Mariano explicase por qué ha decidido poner a Soraya Saénz de Santamaría en el puesto de Zaplana, si Acebes nos contase los motivos reales para retirarse, si María San Gil contase por qué no se fía de Rajoy, si Ortega Lara explicase los motivos para devolver el bonito carnet del PP, etc. Zaplana no hace falta que cuente nada, su nuevo sueldo es bastante explicativo de las razones de su abandono.

Me doy cuenta de que pedir sinceridad y transparencia a los políticos y a los periodistas es una completa sandez, pero por pedir que no quede. Yo, como respuesta a estos estímulos negativos que me provoca el ver estas riñas entre unos y otros dentro del PP y fuera de él, he decidido que no volveré a votarles hasta que no me convenzan de que no son tan memos como el resto. De momento, como el partido de Rosa Díez no tiene ninguna posibilidad de gobernar, es un partido en el que se dice lo que se piensa, y eso me gusta y, como me gusta, les daré mi voto a ellos. Ya veremos qué pasa si acaban, dentro de muchos años, siendo un partido grande y con posibilidades de llegar a la bancada azul (probablemente también enloquezcan).

martes, 20 de mayo de 2008

Ceremonias y paripé


El viernes me tomé el día libre porque se casaba uno de mis hermanos. La boda fue civil porque ni él ni mi cuñada querían hacer el paripé con una celebración religiosa que a ellos no les aportaba nada, cosa que me parece excelente. Yo, que provengo, como mi hermano, de una familia católica, aún conservo ciertas creencias pero, cada vez en mayor medida, las dudas rigen mi pensamiento y me parece excelente que la gente se aleje del paripé y actúe según sus criterios en lugar de dejarse llevar por lo que, supuestamente, se espera de ellos en su entorno familiar y/o social.

La boda fue rápida (en diez minutos estuvo la cosa ventilada) y la comida, a pesar de no ser una vikingada, fue más que suficiente para que el cardias (válvula que une el esófago y el estómago) no pudiese cerrarse por abarrotamiento estomacal. No hubo baile, ni barra libre, ni puros, ni exceso de invitados (hermanos, padres y algunos primos y tíos).

No digo que sea estúpido casarse por la Iglesia, de hecho me parece excelente que quien tenga fe y crea en la bondad del sacramento del matrimonio, lo aproveche. Lo que me parece una necedad suma es montar todo el tinglado que se monta habitualmente para una boda, incluyendo un rito religioso en el que ninguno de los contrayentes cree y que aburre a casi todos los invitados. Comprendo que en muchas ocasiones se hará para evitar que los padres se lleven un disgusto, pero eso no le quita ni un ápice de necedad al hecho.

Y puestos a hablar de bodas, teniendo en cuenta que estamos en mayo y es época de comuniones, podemos extender el debate a este otro rito tan popular y que cada vez se asemeja más, en los excesos cometidos, a las bodas. Ya hay listas de comunión para hacer regalos ostentosos a los niños (o a sus padres), los restaurantes organizan banquetes de comunión que pueden llegar a congregar tantos invitados, y tan ridículamente vestidos, como los que asisten a una boda.

¡Qué espectáculos se presencian en las iglesias los días de celebración de comuniones! Familias enteras de cháchara mientras el cura intenta celebrar una misa como Dios manda. Gente correteando por aquí y por allá con sus cámaras. Teléfonos móviles sonando más de lo habitual (hasta en las celebraciones más solemnes y serias suena alguno ¡qué le vamos a hacer!).

Nuevamente llego a la conclusión de que el paripé rige nuestra sociedad. Hacemos cosas sin pensar en su sentido. Si las hacen otros, nosotros también las hacemos ¡Qué más da si tienen sentido o no! Es típico oír frases como estas:
-Mi niño no se quedará sin su celebración y sin su lista de comunión.
-No creo en la Iglesia ni en los curas, pero mi boda se celebrará en la catedral con una ceremonia solemne y con un coro de monjes cantando gregoriano.

Podríamos suponer que con el afán laicista de nuestros actuales gobernantes, el paripé religioso tenderá a remitir, pero yo creo que, en lugar de eso, proliferará el paripé laicista. Como seguramente sabréis, ya existen bautizos laicos en los que se da la bienvenida a los recién nacidos en un acto tan palurdo como podáis imaginar.

No sé si se habrá inventado ya pero, si no es así, alguno de nuestros grandes próceres inventará en breve la comunión laica que, probablemente, será un acto en el que el alcalde o concejal de turno entregue al adolescente un certificado de ciudadanía o cualquier bobada similar. La imaginación de nuestros necios gobernantes no conoce límites, y el apoyo incondicional de la estulta masa (a la que pertenecemos) a semejantes memeces está garantizado.

¡VIVA LA NECEDAD!

jueves, 8 de mayo de 2008

Don Antonio no sonríe

Don Antonio es un jefe al que no he visto nunca sonreír, aunque tengo que reconocer que tampoco lo veo mucho. Hace un año era menos jefe, pero tampoco sonreía y, además, se quejaba de todo y traía por la calle de la amargura a sus pupilos. Era especialista en despreciar el esfuerzo de los demás, sólo le importaba que el trabajo saliese a tiempo para evitar que su capacidad cómo líder se viese puesta en entredicho. Si alguien se dejaba la vida en el intento de sacar algo adelante y no lo conseguía, su esfuerzo no valía un pimiento, y el esforzado menos aún.

No sé si sería esa actitud la que le valió a Don Antonio para progresar en el escalafón, probablemente sí. Ahora no subyuga a cinco o seis personas, ya se alza orgulloso sobre varias decenas de pobres diablos. Nuestro protagonista debe de ser muy listo y no deja de dar órdenes y contraórdenes, de organizar y reorganizar… Es un trabajador incansable. Pero sigue sin sonreír.

Esta mañana ha descendido del “Olimpo” sigilosamente y, cuando ha entrado en el mundo de los mortales, que comienza en la planta baja, se ha encontrado con algo que le ha causado gran desasosiego: Uno de sus súbditos estaba entretenido con un vídeo de Youtube en su puesto de trabajo.

Don Antonio no ha dicho ni media palabra, ha ido a donde tenía previsto ir, ha hecho lo que iba a hacer y, cuando ha terminado con la tarea programada, ha regresado a su puesto, ha descolgado el teléfono y ha llamado al jefe de ese pobre infeliz al que ha pillado tomándose un respiro. No sé cómo habrá sido la conversación con su proveedor de carne de alquiler, pero me imagino que algo parecida a ésta:

Don Antonio- He visto que el recurso que se sienta en el puesto 123-A estaba solazándose visionando vídeos en horario laboral, así que no quiero que vuelva a aparecer por aquí nunca más.

Jefe de recursos cárnicos- Cómo lo siento, Don Antonio ¿No podemos hacer algo para remediar esta situación de un modo menos drástico?

Don Antonio- Te he dicho lo que tienes que hacer, así que ¡Hazlo!

Jefe de recursos cárnicos
- Como usted diga, Don Antonio.

La verdad es que no sé si el nuevo proscrito, y van tres en lo que va de año (por motivos diversos), es un jeta o, sencillamente, estaba esperando a que algún proceso se ejecutase o a que otro grupo le comunicase los datos con los que proceder a hacer unas pruebas, o que alguien le dijese lo que tenía que hacer. Las posibilidades son múltiples y ninguna sorprendente, pero Don Antonio tiene claro que quien ve vídeos o fotos, o lee correos personales o el periódico, o charla con los compañeros o, sencillamente, se ríe un poco en su puesto de trabajo, es reo de destierro.

Don Antonio no debe de ser consciente de la cantidad de tiempos muertos que, gracias al desbarajuste reinante en su gran empresa (a pesar de sus esfuerzos por dotarla de perfección divina), hay que afrontar con gran frecuencia.

No negaré que hay mucho caradura entre los súbditos de nuestro gran jefe, pero para acabar con esa lacra habrá que identificar a quienes, teniendo cosas que hacer y habiendo sido aleccionados para ello, se dedican a perder el tiempo con alegría y gozo o a hacérselo perder a los demás. La tarea no es fácil, pero hacer que paguen justos por pecadores no me parece una decisión adecuada para un habitante del Olimpo.

Supongo que el problema más grande con el que se encuentra Don Antonio es que no tiene amigos y que los que revolotean constantemente a su alrededor se empeñan en describirle una falsa realidad para que crea que sus tácticas surten maravillosos efectos, en lugar de decirle con total sinceridad que, de seguir por este camino de imposiciones absurdas basadas en el axioma de que el que más manda es el más listo, acabaremos dándonos un gran trompazo.

Don Antonio, si se digna usted a bajar al sótano en el que habitamos los desheredados de este mundo, podrá gozar del olor a humanidad con el que creamos hogar en esa zona desconocida por vuecencia. Sólo tiene que avanzar hasta el fondo del pasillo y, cuando vea una calva brillante, saludarme. Entonces yo le tenderé mi mano amiga y le contaré cómo son las cosas realmente. Tal vez entonces, a la luz de la verdad, vea las cosas de otra manera y deje de hacer las tonterías con que nos deleita últimamente y decida dedicarse a hacer otras más divertidas y que, por fin, le hagan reír.

viernes, 2 de mayo de 2008

El ingenio de Andrés Pajares



En menos de una semana el gran artista español Andrés Pajares, ha montado dos espectáculos de lo más originales. Podrían ser catalogados como “reality shows” porque no ha actuado en un escenario. La pena es que todo ha ocurrido sin cámaras de por medio, así que no podemos disfrutar con las grandiosas dotes interpretativas del protagonista de “La hoz y el Martínez” o “Cristóbal Colón, de oficio descubridor”.

Primero se fue a un bufete de abogados con una pistola de pega y con un bigote postizo y una gorra para amenazarlos. La razón de las amenazas la desconozco, confío en que esta noche nos las desvelen en el programa de Cantizano.

El show fue tan real que incluso tuvo que intervenir la policía ¡Si es que Andrés Pajares es un genio de la interpretación! El caso es que, enardecido por el éxito mediático de su ocurrencia, hoy ha vuelto a deleitarnos con un nuevo espectáculo en el hotel en el que reside y, supongo yo, se dedica a su más habitual actividad: follar (podéis ver este resumen de la entrevista que le hicieron en Antena 3 para constatar que esta es la actividad básica de nuestro gran actor).

No sé si la intensa actividad artística desplegada por nuestro adorado artista será una manera de llamar la atención de su querido compañero de fatigas, Fernando Esteso, para que salga de su escondrijo porque ¿sabe alguien dónde anda el otro miembro de aquella exitosa pareja cómica?

Desde este humilde blog, lanzo un llamamiento a Fernando Esteso para que se haga visible y tienda su mano amiga a Andrés Pajares. ¡Fernando, Andrés te necesita!

Aquí dejo un enlace de un vídeo de Andrés Pajares entreteniéndose antes de su entrevista con Cantizano y durante el intermedio.

domingo, 27 de abril de 2008

Otra maratón más para mi "palmarés"

Hoy he corrido mi decimoquinta Maratón Popular de Madrid y, como soy un presuntuoso, os lo cuento para que me digáis que soy un tío duro y, si os place, también podréis decir que mi estulticia llega a límites difícilmente superables.

Como es habitual en estas carreras en las que yo no tengo ni la más remota posibilidad de ganar, uno se limita a correr lo más rápido que pueda para llegar lo antes posible, pero hay que tener en cuenta que si uno va más veloz de lo debido, al final sufrirá también más de la cuenta y, claro, a nadie le gusta sufrir pudiendo evitarlo (a casi nadie, que la necedad es libre).

Esta mañana me he levantado a las 6:15 para desayunar Nocilla porque es una sustancia maravillosa. Aporta gran energía y, como es pegajosa, no se queda flotando por el tubo digestivo y así me ahorro las vomitonas que estas largas carreras suelen acarrearme (salvo hoy, que me he librado). Tras el desayuno tocaba sentarse en el excusado para aligerar todo el lastre innecesario. Esta tarea he tenido que llevarla a cabo un par de veces pero, a pesar de todo, cuando estaba en el Paseo de Recoletos (zona de salida del evento deportivo) he sentido nuevamente la llamada de la naturaleza y, gracias a que mi amigo Javi (otro corredor) ha sido previsor y llevaba Kleenex, he podido utilizar uno de los retretes portátiles de la organización para liberarme de los últimos residuos que amenazaban con escaparse sin permiso en el primer repecho de la carrera que me hubiese obligado a emplear mis fuerzas en el ascenso en lugar de en la contracción del esfínter anal (soy un marrano, lo sé).

La carrera ha comenzado puntual tras el ya habitual espectáculo de la llegada de los paracaidistas del Ejército de España (o del Estado Español o como quiera llamársele) con sus parapentes a la línea de salida. Hemos comenzado los tres amigos juntos manteniendo un paso tranquilito (hay que reservar fuerzas porque, al final, siempre faltan) y, poco a poco nos hemos ido separando (es mejor que cada cual vaya a su ritmo). Los kilómetros iniciales han ido pasando con rapidez porque hacía muy buen tiempo y, además, había mucha cuesta abajo (suavecita), pero al final han llegado los kilómetros malos. Además de ser los últimos, eran cuesta arriba en su gran mayoría. Las fuerzas flaqueaban y las ganas de parar aumentaban. Menos mal que, en esta ocasión, mi cansancio y mi hartazgo no han sido tan inmensos como en otras ocasiones, y he podido culminar la cuesta arriba que desembocaba en el Parque del Retiro con bastante dignidad y sin parar de trotar.

La entrada al Retiro ha sido, como siempre y, como diría el difunto Joaquín Luqui, ¡Total, alucinante, lo más! La gente aplaudía y gritaba. No sé lo que decían ni si alguien se dirigía a este calvo corredor que llevaba la cabeza y la cara cubiertas del salitre del sudor reseco que las tres horas y quince minutos de carrera habían generado, pero la cercanía de la meta y el bullicio del gentío, han conseguido insuflarme las fuerzas que necesitaba para poder acelerar el paso (Fernando Alonso se reiría de mi aceleración, pero no me importa porque llevo torta) y llegar a la meta para poder hacer lo que más deseaba: Pararme y tumbarme en cualquier sitio para descansar.

Cuando he recogido las diversas vituallas que nos han dado y he recuperado mi bolsa del ropero (una tienda de campaña militar), me he tirado en el primer sitio que he visto libre: En medio de un camino asfaltado. Más de uno se ha acercado a mí para preguntarme si estaba bien. Supongo que mi estética cadavérica y mi inmovilidad total habrán hecho pensar a esos buenos samaritanos que mi salud estaba muy deteriorada o, sencillamente, que ya no tenía ni salud ni vida. Yo, cortésmente les he respondido que estaba bien, que no había nada de lo que preocuparse.

Finalmente me he reunido con uno de mis amigos corredores (al otro le hemos perdido la pista) y su simpática esposa nos ha llevado a casita donde ahora estoy contando mis peripecias para pasar el rato.

domingo, 20 de abril de 2008

La Ministra y su séquito

Probablemente el título de mi aportación de hoy a la difusión de la necedad, sea suficiente para que más de uno piense que voy a criticar a la Ministra por ser mujer y por estar embarazada ¡Pues no pienso criticar a Doña Carmen Chacón! Sólo quiero hacer notar que este gesto que nuestro amado Presidente ha querido hacer para mostrar que las mujeres, embarazadas o no, pueden desarrollar la labor que se les encomiende, es tan bonito como irreal, pero no porque las mujeres, por el hecho de serlo, estén menos capacitadas que los hombres, sino porque, como parece quedar patente al ver el séquito de médicos que la Ministra ha llevado en su viaje a Afganistán, no todas las mujeres tienen al alcance de su bolsillo reclutar a un grupo semejante de sanitarios para poder desempeñar sus labores sin temor de que al bebé en ciernes pueda pasarle algo.

No sé si al grupo de médicos que han acompañado a Doña Carmen les paga el Estado o si sus minutas son abonadas por la propia Ministra, pero sea cual sea el caso, no me imagino a ninguna compañera mía que, estando embarazada de cinco o seis mese, sea enviada en misión de trabajo, no ya a Afganistán, sino simplemente a La Coruña, y reclute a un ginecólogo, un anestesista y un pediatra para acompañarla. Yo diría que la gran mayoría de las mujeres optarían por no hacer ese viaje y enviar a un sustituto (hombre o mujer). También doy por hecho que a pocas empresas se les ocurriría poner a disposición de sus empleadas a ese séquito sanitario para que sus últimos meses de embarazo pudiesen ser afrontados sin que sus tareas habituales se viesen afectadas por las restricciones en cuanto a movilidad que el especial cuidado de la salud de la madre y el niño aún no nacido suelen implicar.

Me alegro mucho de que Carmen Chacón lleve de maravilla el embarazo y que pueda desplazarse de aquí para allá dando ejemplo de que una embarazada no es una inválida, pero no me parecería bien que, a causa de ese ejemplo, las mujeres que no disponen de los medios de los que una ministra dispone, y que deciden limitar su actividad a causa de su embarazo, sean consideradas poco profesionales o caraduras.

Tal vez aquí debería actuar el Ministerio de Igualdad para poner a disposición de todas las embarazadas que lo soliciten, un equipo de médicos que las atiendan durante el tiempo en que el embarazo y su actividad profesional coincidan. Lo malo de esto es que cuesta dinero que, por desgracia, no saldrá del bolsillo de ZP, el Presidente feminista, sino del de todos los españoles, con lo que no sé si la opción será muy bien recibida por nuestra tolerante, democrática y solidaria “ciudadanía”.

Y ahora, como propondría nuestra Ministra de Defensa, gritemos todos:

¡VIVA ESPAÑA!
¡VIVA EL REY!
¡VIVA RODOLFO CHIQUILICUATRE!
(Este último vítor es de mi cosecha)

miércoles, 9 de abril de 2008

La importancia de las heces


Es maravilloso ver cómo, de vez en cuando, el titular de una noticia acaba siendo contradicho en el cuerpo del artículo periodístico.

Nuestro ocasional colaborador Olov Lejanov, me pasó esta noticia aparecida en El Mundo el día 3 de Abril. El titular es este:

Descubren en EEUU excrementos humanos fosilizados de 12.300 años de antigüedad.

Al ver en título habréis comprendido rápidamente por qué mi simpático amigo me pasó el enlace. Mi afición por lo escatológico es mundialmente conocida.

El caso es que, al final del artículo podemos leer esto otro:

Sin embargo, no todos los expertos comparten sus conclusiones. Algunos todavía creen que puede haber contaminación moderna de ADN y otros apuntan que pueden ser heces de caninos en los que orinaron humanos. En todo caso, ello no pondría en duda la presencia de nuestra especie en el lugar de los hechos.

En fin, que, al final, resulta que no está claro que la caca sea humana.

Reconozco que me da igual que sea humana o que no lo sea, lo que realmente me importa es que la foto de una mierda aparezca en un periódico. No sé si fue portada, pero aunque no fuese así, la sociedad da muestras de ir avanzando por el camino del destierro de los tabúes relacionados con las heces, y eso me llena de esperanza.

Siguiendo con el tema caguetoso, el simpático Olov Lejanov, con el que compartí grandes experiencias flatulentas en su día, también me hizo partícipe de otro gran descubrimiento, la web del Dr. Stool. Un gran hombre que ha creado una web en la que se tratan temas relativos al aparato excretor desde un punto de vista científico.

El Dr. Stool habla de fenómenos como el de la poo-phoria (el estado de euforia y gozo que se genera tras algunas gozosas deposiciones) o el de la performance-enhancing poo (ese fenómeno que incita a los deportistas a poner un "huevo", o dos, antes de llevar a cabo su actividad deportiva). Pero lo más simpático que he visto en esta interesante web es lo que el Dr. Stool denomina Déjà poo, nombre hilarante donde los haya y preciso como ninguno para describir esas cacas llenas de tropezones no digeridos que, al verlas, nos hacen pensar que eso, los tropezones, lo hemos visto antes (precisamente en nuestra comida).

Dejaremos ya de destipar la web de nuestro simpático doctor, ahora es el momento de acudir a su web para disfrutar de sus ocurrencias.