Ya tenemos encima los festejos navideños y, como estoy
ocioso, aprovecharé para hacer una redacción y ejercitar el arte literario para
no quedarme anquilosado intelectualmente.
En estos días se habla mucho de la fragmentaria situación en
la que ha quedado el parlamento español y se hacen cábalas sobre qué pactos son
posibles y cuáles son improbables. Yo, en mi grandiosa ignorancia, me pregunto
por qué parece tan intolerable que forme gobierno el partido que más escaños ha
conseguido y, una vez hecha tal cosa, con el parlamento tutti-frutti que
tenemos, que cada grupo haga sus
propuestas y que, con las enmiendas de unos y otros, se consigan los apoyos
suficientes para sacarlas adelante. Así todos podrán hacer cosas y no estarán
sujetos a la voluntad omnímoda de un partido con mayoría absoluta.

Si se hace un pacto de legislatura sumando parlamentarios
hasta conseguir una mayoría absoluta, volvemos a tener el rodillo de siempre. No
quiero que nadie venda su voto a cambio de concesiones a su partido o su
territorio favorito, quiero que cada cual defienda aquello en lo que cree y que
tenga que negociar y ceder para conseguir llegar a acuerdos que complazcan,
ahora sí, a una mayoría más amplia y variopinta.
Me da igual quién gobierne, la verdad, pero no me apetece
nada que se vuelvan a repetir las elecciones hasta que se consiga una mayoría
absoluta. Lo mismo rige para Cataluña. Que invistan a Atur de una vez y luego,
una vez formado el gobierno, que todos propongan cosas y vayan negociando y
aprobando o rechazando lo que sea menester, pero que
dejen de marear la perdiz para salir en la tele a todas horas.
Ningún presidente puede hacer lo que le dé la gana solo por
ser presidente. Hasta los decretos ley necesitan ser aprobados en el
parlamento, así que ¿qué problema hay en que gobierne quien no nos gusta? El
presidente solo es la cabeza visible, pero las decisiones las toma el
parlamento (o eso creo), y en este parlamento habrá que trabajar para conseguir
sacar cosas adelante. ¿No es eso lo que siempre ha querido tanta gente? Ahora los parlamentarios,
además de ir a votar, tendran que proponer, debatir, negociar, revisar, ceder, etc. Nadie quedará
excluido a no ser que se empeñen en hacer pactos para ningunear a algún partido.
Por fin tenemos un parlamento decente ¿y vamos a disolverlo hasta volverlo a convertir en una mierda con rodillo en mano? Me da la impresión de que es lo que se busca.
Por fin tenemos un parlamento decente ¿y vamos a disolverlo hasta volverlo a convertir en una mierda con rodillo en mano? Me da la impresión de que es lo que se busca.
2 comentarios:
¿Otras elecciones con más gasto? No, por favor. Si convocan otras elecciones por no haber llegado a un acuerdo,se merecen no ser votados ninguno.
Eso es lo que puede ocurrir ahora -De qué se trata, que me opongo-. Lo bueno de ahora es que tendrán que convivir los de "peluca" y "sans culottes" aunque ambos términos se ajusten muy poco o nada a los de la Revolución. Muchos de los de antes, dejarán de llevar corbata y otros de ahora, se la pondrán. Hay que esperar que todos suavicen sus posturas políticas y haya un verdadero Parlamento, pero no otras elecciones porque acaban cansando y aburriendo.
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