
Sirva la chorrada anterior para dejar constancia de que he tratado el tema de la crisis en esta aportación que tiene la intención de versar sobre los distintos temas que nuestros periodistas han decidido poner en el candelero últimamente. Aparte de la crisis, se habla con intensidad de la cacería del señor Ministro de Justicia y don Baltasar Garzón, del asesinato de la chica sevillana y de la trama de corrupción en la que está implicada gente del PP, presuntamente (hay que tener cuidado con lo que se dice).
La verdad es que las tres cosas tienen algo en común, son cosas que ocurren con cierta frecuencia, cuando no constantemente (lo de las corruptelas dudo que sea algo puntual, lo de los asesinatos, gracias a Dios, no es tan habitual) pero que sólo generan esa famosa “alarma social” cuando los medios de comunicación, animados o no por los poderes políticos, se empeñan en ello. Como hay elecciones, interesa echar mierda sobre los oponentes políticos, así que cada cual saca su pala, encarga un buen montón de heces atribuibles (supuestamente) a quienes compiten con ellos en las elecciones y ¡a esparcirlas!
A mí particularmente, mientras las corruptelas de las que se hable sean reales, me da igual que se se saquen a la luz con motivación partidista o con intención justiciera. El caso es que quien sea un delincuente de alto nivel deje de operar impunemente. Lo de que sea un delincuente de alto nivel lo digo para no verme yo envuelto en alguna de estas cazas de brujas porque, como todos mis seguidores saben, yo también cometo actos delincuenciales de vez en cuando, pero prefiero ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el mío (mis vigas son muy pequeñitas).
Mi actitud de delincuente de poca monta que critica a los grandes delincuentes, es similar a la del Ministro de Justicia que, a pesar de cazar de vez en cuando sin licencia, nos insta sin rubor a cumplir con la legalidad (sería raro que un ministro de su ramo no lo hiciera). Lo de que cace con su amiguito Garzón, la verdad es que me da igual porque, si se traen algo entre manos, seguirá existiendo tanto si salen juntitos a cazar como si no.
En cuanto al tema del asesinato de la chica sevillana y esa recurrente petición de la instauración de la cadena perpetua y/o la pena de muerte cada vez que ocurre algo similar, comprendo a quienes quieran colgar de un pino a los artífices de este asesinato y de muchos otros, pero me temo que legislar a golpe de “alarma social” sería lo mismo que legislar según la decisión de los medios de comunicación que, si no me equivoco, son los que deciden lo que es alarmante y lo que no. Ejemplo de esto es el viaje a Siberia que ha hecho la señora Ministra de Fomento para ver cómo se gestionan las nieves en aeropuertos en los que es habitual tenerla durante varios meses al año. No me extrañaría que cuando regrese Doña Magdalena se habilite una partida presupuestaria especial, a pesar de la crisis, para dotar a Barajas de los mecanismos de un aeropuerto siberiano. Serán cosas que no se usarán más que una vez cada treinta años, pero así ninguno de los “alarmistas sociales” podrá quejarse de “falta de previsión” la próxima vez que ocurra algo tan terrible como una nevada en Madrid.
Y creo que ya me he explayado bastante, así que os cedo la palabra.